Aunque parezca salida de una película de ciencia ficción, la noticia es cierta y se trata del sexto caso ocurrido este año en EEUU. Las amebas se meten por tu nariz y llegan a tu cerebro, que devoran con rapidez. Aaron Evans era un muchacho de 14 años, que vivía en Arizona cerca del Lago Havasu, un afluente del Río Colorado.
El día de su cumpleaños el y su familia fueron a pasarlo al lago, donde jugaron y nadaron hasta el atardecer. En pocos días, Aaron comenzó a quejarse de fuertes dolores de cuello y de cabeza que se fueron volviendo insoportables hasta que tuvo que ser internado en el hospital, hasta que falleció un par de días más tarde.
Su caso fue el sexto este año en EEUU, donde parece haber predisposición natural para el florecimiento de Naegleria, una ameba muy peligrosa. Se trata de un organismo que ama el calor y el agua estancada, por lo que se puede encontrar en las orillas de lagunas y ríos de prácticamente cualquier lugar.
La Naegleria fue por primera vez observada en el año 1960 en Australia, y desde entonces los casos de personas infectadas ha sido de varios cientos en todo el mundo, y aunque eso pueda sonar alarmante hay que tener en cuenta que a diario son cientos de miles quienes juegan en el agua, por lo que la proporción es muy baja.
Como recomendación, los doctores sugieren no nadar hasta muy abajo en los lagos, y evitar cualquier sector de ríos o lagunas donde el agua se encuentre estancada.
La Naegleria se alimenta de las algas y sedimentos de los fondos fangosos de los lagos y adora los cerebros, al igual que los zombies, pero su desempeño es mucho más letal y silencioso. El ataque de la “ameba comecerebros” comienza cuando alguien nada por aguas infectadas y accidentalmente deja ingresar algo de agua en sus fosas nasales.
Allí comienza el ataque asesino de la ameba, que sube hasta el cerebro y comienza a comer neuronas hasta que en pocos días el portador muere.
El caso de Aaron ha causado gran conmoción en Lake Havasu, donde el jóven era muy apreciado y ahora las autoridades del pueblo están evaluando la posibilidad de cerrar el acceso al lago hasta obtener mayores precisiones sobre la Naegleria.
