Hace poco hablamos brevemente sobre la GeForce GTX Titan Z, el último monstruo de Nvidia con dos GPU en su interior. En una clásica estrategia de golpe por golpe, AMD decidió salir al cruce de semejante componente con otro monstruo, la tarjeta Radeon R9 295X2. Es por lejos el hardware más complejo y avanzado que el gigante de Sunnyvale haya lanzado, y sí, lo de la imagen es refrigeración líquida…
¿Qué hay en el interior de la Radeon R9 295X2? El truco obviamente es tomar a una Radeon R9 290X y multiplicarla por dos. En primer lugar aparecen dos GPU gemelos Hawaii con la arquitectura GCN 1.1, acompañados por 8 GB de RAM en GDDR5 y dos buses de 512 bits (320 GB/s para cada chip, un logro espectacular de los ingenieros). La suma de los procesadores Stream asciende a 5.632, el modo Boost para los GPU se eleva a los 1.018 MHz, y el conteo de transistores llega hasta los 12.400 millones. Vigilar de cerca al TDP en este hardware es un paso obligatorio. La Radeon R9 295X2 no esconde sus preferencias por la temperatura y la energía, por lo tanto, AMD ha debido incorporar un sistema dedicado y autocontenido de refrigeración líquida, que no requiere mantenimiento del usuario en ningún momento. Esto no es un capricho técnico: AMD ha lanzado una tarjeta para ir a la guerra, con un TDP de 500 vatios, y hay que mantenerla estable como sea.
Los números entre las sesiones de benchmarking son igual de brutales. La nueva Radeon R9 295X2 reproduce lo que pueden hacer dos Radeon R9 290X en modo Crossfire, mientras que las versiones individuales de la GeForce Titan ni siquiera pueden dar pelea por su cuenta. Lo único relativamente cercano es tomar a dos GTX 780 Ti y conectarlas en modo SLI, aunque eso obviamente requiere ranuras PCI Express adicionales en la placa base. Aún no hay benchmarks de la Titan Z. Se supone que estará disponible durante este mes, y si hacemos una comparación no del todo precisa, duplicar los números de una Titan Black darían a la Titan Z lo necesario para derrotar a la nueva placa insignia de AMD.
Claro que, nos falta mencionar el precio. La GeForce GTX Titan Z es un hardware de tres mil dólares, un valor que sin dudas hará más lento el proceso de adopción. En la otra acera, el costo oficial para la Radeon R9 295X2 es de 1.499 dólares. Tampoco debemos olvidar que Nvidia está pensando más en GPGPU que otra cosa, por lo que la 295X2 tendría un poco más de espacio para maniobrar. Es enorme (más de 30 centímetros de largo), y demanda un reactor nuclear junto a la carcasa, pero mastica juegos en 4K como si fueran caramelos. Y por supuesto, quieres una.
