El concepto de publicidad engañosa pasa desapercibido en algunos países, mientras que en otros es razón suficiente para llevar a una compañía ante la justicia. En esa situación se encuentra hoy AMD, que deberá lidiar con una demanda relacionada a la cantidad de núcleos reales en sus procesadores FX, bajo la arquitectura Bulldozer. La demanda es significativamente menor en comparación con otros choques que hemos visto, pero presenta un interrogante muy interesante: ¿Qué constituye a un núcleo?
Cuando AMD habló por primera vez de su arquitectura Bulldozer, quienes seguimos de cerca al hardware detectamos que algo no cerraba por completo. En términos sencillos, AMD presentó a Bulldozer en forma de «módulos» compuestos por dos unidades aritmético-lógicas asociadas a una unidad de punto flotante. La visión de AMD era eliminar componentes redundantes, simplificar el diseño, mantener costos razonables e incrementar la eficiencia a través de optimizaciones hechas sobre el software. La historia nos enseñó que el tiro le salió por la culata a AMD, y sus únicos chips de la familia FX relativamente competitivos tienen un TDP de 220 vatios, verdaderos reactores nucleares si los comparamos con sus competidores directos. A decir verdad, los procesadores FX jamás fueron más allá de Piledriver (el sucesor de Bulldozer), lo que dejó abandonado al zócalo AM3+.
A lo que definitivamente fue una decepción entre los usuarios, ahora se suma una denuncia presentada en California. El demandante, un tal Tom Dickey, reclama que AMD infló la cantidad de núcleos en sus procesadores Bulldozer, presentando sus productos al público como chips de ocho núcleos, cuando en realidad poseían la mitad. El detalle más relevante de la demanda sin lugar a dudas es que busca por vías legales establecer «qué es un núcleo». ¿Acaso debemos contabilizar a los núcleos «dentro» de los módulos, o los módulos en sí «son núcleos» con componentes en su interior? ¿Es un núcleo algo estrictamente «físico», o es inevitable evaluar aspectos lógicos también?
Lo más probable es que AMD y el demandante lleguen a un acuerdo por fuera de la corte si es que el caso gana la suficiente tracción. Los costos legales al otro lado del charco son exorbitantes, por lo tanto, está en el interés de las partes resolver el conflicto cuanto antes, y evitar la instalación de cualquier tipo de precedente. Ahora, todos estamos de acuerdo en que Bulldozer es una historia terminada para AMD. Su situación financiera es crítica, y todas las fichas están colocadas sobre Zen.
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