Los asistentes personales han llegado a los hogares. Lógicamente, para adaptarse con éxito deben hacer dos cosas: Escuchar todo lo que decimos, y dejar de ser personales. El ojo no entrenado probablemente vea a Amazon Echo como un simple altavoz, pero con el poder de la nube en su interior y un impresionante reconocimiento de voz, nos preguntamos si es el accesorio tecnológico ideal para cualquier familia, o la última expresión en la pérdida de la privacidad.
Cualquier otra compañía habría dedicado un keynote entero a la presentación de un dispositivo con estas características. Pero no es el caso de Amazon. Sus últimas aventuras con el hardware han tenido más momentos amargos de los que se esperaba, y es razonable que deseen tomarse con calma a este lanzamiento. Aún así, nadie lo esperaba. En estos días, si quieres información la buscas en el ordenador, la tablet, el smartphone, o incluso encendiendo el televisor. Pero Amazon Echo nos permite, entre otras cosas, prescindir temporalmente de todos esos artefactos. A simple vista es un cilindro de unos 20-25 centímetros de alto, con varias perforaciones que revelan su naturaleza de altavoz inalámbrico. Sin embargo, alguien ha decidido encerrar un equivalente a Siri y Cortana en el interior del cilindro, y el resultado, es algo como esto:
El nombre de la dama en cuestión es Alexa, y sólo responde a nuestras solicitudes si lo mencionamos primero. Desde información precisa (como la altura del Monte Everest) hasta la creación de una lista de compras, Alexa y Amazon Echo asisten a los usuarios sin interacción táctil, captando cada uno de los comandos verbales con los siete micrófonos integrados que el cilindro posee en la parte superior. También pueden crear alarmas, recordatorios, tomar el tiempo para cocinar, y por supuesto administrar todas nuestras listas de reproducción. Amazon Echo cuenta con una aplicación dedicada compatible con Android y Fire OS, mientras que los usuarios de iOS obtendrán acceso a sus funciones a través de una webapp, y el resto usando un navegador convencional.
El precio oficial para Amazon Echo es de 199 dólares, o de 99 dólares por tiempo limitado si el usuario es parte de Amazon Prime. La compañía ha decidido restringir la distribución de Echo, y los interesados deberán solicitar una invitación en la página oficial. Ahora, se supone que Amazon Echo debe estar siempre encendido… y este detalle genera algunas preguntas. Si bien posee un botón físico para bloquear los micrófonos y se conecta a la red eléctrica residencial (no hay baterías dentro del cilindro), la bandera de la privacidad es imposible de esconder. Imagino que pronto habrá varios análisis de tráfico entre Amazon Echo y los servidores remotos, en un intento por establecer qué se comparte y qué no. ¿Hay lugar para un artefacto así en nuestras casas?