Estos alemanes se nos han vuelto de un recatado que apenas les reconocemos. De ser uno de los países más democráticos de Europa han pasado a censurar el popular juego bélico y prohibir que se juegue en público. A partir de ahora, si quieres matar enemigos virtuales tendrás que esconderte en las intimidades del cuarto oscuro de tu casa, so pena de que te transformes en un peligroso asesino y masacres las escuelas de tu ciudad.
¡Nazi maldito, te voy a arrancar la cabeza a balazos! Este tipo de frases son las que suponemos quiere erradicar el gobierno alemán para evitar que la violencia se extienda por las calles del país debido al famoso juego Counter Strike, que tantas horas de diversión nos ha proporcionado en los ciber de nuestras ciudades. No sabemos si disponen de una legión de psicólogos especializados en pedagogía infantil pero, según parece, los mandatarios alemanes tienen claro que prohibiendo el uso público de este tipo de juegos van a impedir que se produzcan desgracias como la del caso Winnenden, donde un adolescente frustrado asesinó a 15 compañeros de clase con una pistola de su padre y que tras la investigación pertinente se demostró que el tarado jugaba a Counter Strike. Después de esta contundente prueba demostrativa de la innegable relación del videojuego con el suceso, las leyes alemanas se endurecieron y una de sus consecuencias acaba en la noticia que se muestra en el titular.
Seguramente los asesinos se entrenan con este tipo de juegos. Yo tengo un vecino que con su cara llena de granos, su cuerpo desgarbado y su voz cambiante púber en desarrollo, presenta todas las características del psicópata dispuesto a acabar con toda la clase del instituto. Y lo que es peor, ¡juega a Counter Strike!. Mientras no asome por la calle no pasa nada. La ley alemana lo que niega a sus ciudadanos es la exhibición pública del juego donde todo se llena de sangre, disparos y cuerpos estrellándose contra la pared. Si lo haces en la intimidad de tu habitación, sin que nadie te vea, entonces ya no corres peligro de convertirte en un psicópata asesino.
O sea, una buena partidita con los amigos en un ciber o en una LAN party con los colegas, compartiendo unos refrescos y buen rollo, según la ley alemana, puede derivar en un comportamiento enfermizo. Sin embargo, si te transformas en un oscuro ser, escondido en un rincón profundo de la casa para jugar a CS, sin relacionarte con nadie, metido todo el día en el zulo y sin salir de casa, entonces estás a salvo de cortocircuitos mentales. Qué grandes son los pedagogos germanos.
Desde que se pusieron de moda los juegos bélicos donde se despanzurran cantidad de nazis, los alemanes se encuentran incómodos. Recordemos que en sus tierras están muy mal vistos los juegos como Call of Duty o Medal of Honor. En general, le echan la culpa de los tristes sucesos de Winnenden a los juegos violentos . Tanto, que la legislación del país germano estudia la posibilidad de impedir que este tipo de programas puedan venderse en sus comercios, como si el triste suceso tuviera alguna relación con eso.
Suponemos que si un internauta alemán se baja alguno de estos juegos de las redes P2P, corre el peligro de convertirse en un terrorista y no tendrán más remedio que intervenir los comandos especiales para requisar el ordenador. ¡Pero no pasarán de la puerta! Tranquilos, amigos germanos, tras mucho entrenamiento con el CS les esperaremos armados hasta los dientes y dispuestos a vender cara nuestra piel a base de ráfagas de bites. Seguro que algún píxel logrará el objetivo de alcanzar su corteza visual y provocar un ataque de risa a los soldados alemanes.