Lisandro Pardo
Una de las quejas más comunes entre el público es cuando los efectos por ordenador «se notan demasiado» dentro de una película. Al final del día, todo depende del presupuesto, la habilidad de los artistas y/o el tiempo que tienen para trabajar, y cuando uno de estos elementos falla, los resultados suelen ser desastrosos. Muchas producciones de alto perfil han hecho un amplio uso de la animatrónica con el objetivo de aplicar una estrategia híbrida junto al CGI, y eso nos coloca frente a Alfred Jingle Machina, una cabeza que puede reproducir múltiples gestos faciales. ¿Qué piensas?
La magia de los animatronics en la pantalla grande nos ha acompañado durante décadas. Mary Poppins, Jaws, ET y Star Wars entregan ejemplos contundentes de su uso, pero hay otros con una calidad tan alta que han resistido el paso del tiempo sin mayores inconvenientes (Jurassic Park es el primero que me viene a la mente). Ahora, los expertos pueden reproducir animales, extraterrestres y otras criaturas fantásticas, pero el ser humano presenta un desafío enorme, en especial si hablamos de su rostro. Aún en el mejor de los casos, es muy obvio que se trata de un robot con movimientos limitados. La pregunta es: ¿Qué tanto pueden mejorar…?
Lo que acabamos de ver es Alfred Jingle Machina, una creación de Garner Holt Productions basada en un viejo personaje de Charles Dickens, y parte de la serie conocida como Living Faces. Esta cabeza fue vista en público por primera vez durante la última edición del CES, y de acuerdo con sus desarrolladores posee expresiones y funciones muy superiores a cualquier otro ejemplo similar de animatronic, incluso dejando atrás a su modelo previo de Abraham Lincoln. Todas las cabezas de Living Faces son eléctricas y casi silenciosas, eliminando por completo a las clásicas infraestructuras hidráulicas o de aire comprimido.
De hecho, todo lo que necesita el amigo Alfred aquí es una toma de corriente convencional, y una conexión Ethernet para acceder a su sistema interno de control. La piel está hecha de una variante especial de silicona con anclajes magnéticos que garantizan un mayor realismo durante su movimiento. Como robot animatrónico, Alfred Jingle Machina es impresionante. ¿Pero puede escapar del Valle…?
No es inquietante, solo feo.