La última versión del sistema operativo OS X, más conocida como Snow Leopard, fue rápidamente adoptada por la comunidad Apple, especialmente estimulada por el bajo precio de la licencia. Sin embargo, los usuarios de Mac no han sido los únicos que han adoptado a OS X. Son cada vez más los entusiastas que crean sus "Hackintosh", instalaciones especiales de OS X hechas sobre ordenadores que no son de Apple. Como esta actividad va en contra del contrato-licencia de OS X, Apple ha decidido dar un duro golpe a este selecto grupo a través de su nueva actualización 10.6.2, que bloquea de forma efectiva a instalaciones que se encuentren funcionando bajo procesadores Atom de Intel.
El contrato-licencia de OS X especifica de forma innegociable que ese sistema operativo sólo puede ser instalado en ordenadores Apple. Es una condición fundamental para la utilización de la licencia de OS X, y la violación de este punto es simplemente considerada como ilegal, cayendo en el rango de la piratería. Por supuesto, esto no ha detenido a una legión de expertos que han encontrado diferentes formas de vencer a las restricciones técnicas impuestas por Apple, y que lograron instalar a OS X en un ordenador convencional "no-Apple". Puede que algunos lo hagan por no contar con el capital para adquirir una Mac, mientras que otros consideran que lo mejor de Apple está en el sistema operativo y no en su hardware. También están aquellos que se ven seducidos por el desafío informático que implica instalar a OS X en hardware que no sea de Apple. Sin embargo, el gigante de la manzana ha decidido colocarlos a todos en la misma bolsa, lanzando la actualización 10.6.2. La particularidad de esta actualización es que bloquea instalaciones de Snow Leopard que se encuentren sobre sistemas con procesadores Atom de Intel, un procesador que oficialmente no es utilizado por ninguno de los sistemas que Apple tiene a la venta.
Esta movida refleja claramente que muchos usuarios han recurrido a diferentes modelos de netbooks para instalar a OS X sobre ellas. Uno de los casos más peculiares es el de la Dell Mini 9, ya que su hardware posee extraordinarias equivalencias con uno de los viejos modelos de Mac Mini, salvo por el detalle del procesador. Con un mínimo de interacción por parte del usuario, y acceso a un ordenador Mac, preparar una instalación de OS X para su colocación en una netbook es una tarea que toma unos pocos minutos. Con esta nueva actualización en línea, aquellos poseedores de una Hackintosh que hayan sido sorprendidos en un descuido y no evitaron que la actualización se descargara, es muy probable que se encuentren con un sistema muerto al siguiente reinicio.
En algunos casos se ha reportado que la nueva actualización no ha tenido efectos nocivos, pero la mayoría de los comentarios en la red hablan de ordenadores inutilizados. Esto obviamente deja en evidencia el nulo interés de Apple por abrir su plataforma. Un punto crítico de la estrategia comercial de Apple es controlar tanto el software como el hardware (no hay mejor prueba de ello que el iPhone), y la idea de que haya un "grupo de rebeldes" que pueden hacer lo mismo que una Mac con hardware más barato y accesible, es rápidamente considerada como una amenaza. Además, la apertura de la plataforma implicaría una extensión de su soporte técnico que Apple probablemente no pueda enfrentar bajo ningún concepto. Muchos usuarios de Hackintosh han evitado este bloqueo ignorando a la actualización (que corrige una gran cantidad de bugs, incluyendo al de la cuenta de invitado), pero se especula que será cuestión de tiempo antes de que la comunidad devuelva el golpe con versiones modificadas del 10.6.2 para restaurar la compatibilidad con el Atom de Intel.