La empresa Sogo & Seibu comenzará a vender en enero del año próximo, dos unidades del fembot, Actroid, creado por la empresa japonesa, Kokoro. El modelo ofrecido no es el más avanzado, es más ni siquiera puede caminar y se limita a hacer una buena cantidad de expresiones faciales, pero la empresa japonesa está convencida que se llenará el cupo. Dentro de unas semanas comenzarán a aceptar reservas y se venderán por US$225.000 cada uno.
Las fembots han sido el sueño de muchos hombres desde hace un buen tiempo. Nada de peleas, tiempos de espera, ni otros problemas que puede causar una relación en pareja. Aunque hoy la idea de tener un robot tan capaz como un humano se ve distante, la empresa japonesa, Sogo & Seibu aceptará reservas para comprar las fembots creadas por Kokoro, llamadas Actroids. La venta comenzará en enero de 2010. ¿Estás interesado en adquirir una?
Porque sí ese es el caso, probablemente sea más difícil de lo que parecía en un comienzo. En primer lugar, solo se venderán dos, lo que es una cantidad minúscula teniendo en cuenta que ésta noticia está recorriendo el mundo. En segundo lugar, cada uno se venderá a US$225.000, que es un precio elevado por un robot con tan pocas habilidades. Así es, mientras que el Actroid es un robot que se ve aterradoramente similar a un humano, en cuanto a las cosas que puede hacer, no tiene un repertorio tan impresionante.
Para empezar no puede caminar. No, ni un paso. Pero no solo se ve muy realista, sino que también puede sonreír, entre muchos otros gestos y sentarse en una silla. Es cierto que hay versiones de Actroid que hacen más cosas, pero esos modelos no son los que Sogo & Seibu piensa vender y, si ese fuese el caso, no estamos seguros de a quién le alcanzaría el dinero. Pero si no tienes con qué pagarlo tampoco te preocupes, porque Kokoro sigue aceptando rentas de sus fembots.
Mientras que reconocemos que se ve muy bien, todavía no estamos seguros qué uso podría tener un robot cómo éste. De todos modos, aquí en NeoTeo no juzgamos, solo miramos con envidia mientras algunos pueden comprar maravillas tecnológicas que nosotros no podemos comprar. Tenemos una buena vida.
