Investigadores de la Universidad de Harvard han puesto a punto un acelerómetro cuyo costo es tan bajo, que puede considerarse desechable. A diferencia de los modelos electrónicos más difundidos, estos están hechos de papel. Cada uno puede conseguirse por unos cuatro centavos de dólar y han sido presentados en sociedad en el marco de la conferencia IEEE MEMS 2011. Además de su bajo precio, son lo suficientemente flexibles como para ser colocados en soportes elásticos o incluso sobre la piel. Sus creadores aseguran que este invento permitirá incluir acelerómetros en prácticamente cualquier objeto.
Cada vez más utilizados en los equipos electrónicos, los acelerómetros han llevado la interacción con nuestras máquinas a un nuevo nivel. Resulta casi mágico ver como el mando de una consola de videojuegos, un móvil o cualquier otro cacharro reacciona a nuestras sacudidas. Según la primera ley de Newton, “todo cuerpo permanece en reposo hasta que una fuerza externa actúa sobre él”. Y su segunda ley permite definir -dejando sutilezas de lado- a la fuerza como el producto entre la masa y la aceleración. Un acelerómetro no es otra cosa que un instrumento que aprovecha la sabiduría del viejo Isaac para medir la aceleración a la que se encuentra sometido un objeto. Los modelos más antiguos eran mecánicos (no mucho más que un resorte y una masa conocida adosada al objeto cuya aceleración se quiere medir), pero desde hace bastante más de una década se los construye en un chip de silicio, incluyendo en la misma cápsula la electrónica necesaria para procesar las señales generadas en cada uno de los tres ejes espaciales. Son estos chips los que han hecho posible la “magia” del Wii o del iPhone.
Dentro de estos chips se encuentran dispositivos capaces de medir las más insignificantes aceleraciones, pero en lugar de una masa enorme y un resorte, se utilizan moléculas de gas y sensores MEMS (por Microelectromechanical systems o sistemas microelectromecánicos), que eliminan las estructuras mecánicas móviles del interior del acelerómetro. Pero incluso este enorme avance puede quedar obsoleto gracias a un trabajo realizado por los investigadores de la Universidad de Harvard, que han construido un dispositivo capaz de medir aceleración utilizando papel, cuyo costo ronda los cuatro centavos de dólar. Si bien la verdadera popularización de los acelerómetros comenzó a mediados de la década de 1990 con la inclusión dentro del sistema de airbags de los coches, el público de a pie comenzó a oír hablar de ellos no hace mucho tiempo, gracias a la industria del entretenimiento. Actualmente, un chip de este tipo tiene un costo que varía entre los 5 y 20 dólares, dependiendo de sus características, tamaño y volumen de la compra. El dispositivo diseñado en Harvard costará entre 500 y 800 veces menos.
El equipo de Harvard presentó su invento en el marco de la conferencia IEEE MEMS 2011 que tuvo lugar la semana pasada. George Whitesides, profesor de química y miembro del equipo que desarrolló el “acelerómetro de papel” dice que es poco probable que en el futuro cercano este nuevo componente reemplace a los sensores de silicio en los dispositivos electrónicos más caros, pero su bajo precio hará posible incluirlos en elementos mundanos, aparatos de consumo, ropa o dispositivos relacionados con la medicina. El nuevo sensor emula los elementos que se encuentran en el corazón de los acelerómetros tradicionales, pero utiliza un material que varía su resistencia eléctrica cuando es sometido al estrés mecánico.
Kevin Dowling, vicepresidente de investigación y desarrollo de MC10 -una empresa de tecnología que desarrolla productos electrónicos– dice que lo más excitante de estos sensores, además de su precio, es que “podrían montarse también en soportes elásticos y biocompatibles, como la silicona, para incorporarlos en el extremo de instrumentos laparoscópicos que permitirían a los cirujanos tener una mejor idea de los tejidos que están tocando”. Lo más llamativo es que para fabricar un sensor como estos solo se requiere de herramientas sencillas, como una cuchilla para cortar papel y una espátula para distribuir pintura. Por el contrario, para fabricar un acelerómetro tradicional hace falta una enorme y cara planta fabril similar a la utilizada en la producción de circuitos integrados. Sin dudas, se trata de un invento que que revolucionará la industria. ¿No crees?
Parece una Galga extenciométrica más que un acelerómetro.
Pues es que a fin de cuentas, puedes construir de forma casera un acelerómetro de un eje con una galga extensiométrica, una masa conocida y un poco de aritmética para convertir la lectura de la galga en su equivalente en aceleración. Para dos o tres ejes, tan solo habría que repetir el montaje en los correspondientes ejes. Sería más grande que cualquier acelerómetro tradicional, pero valdría igualmente.
Jijiji, no entiendo de lo que hablan los invitados anteriores, pero es grato leer esos comentarios por que despiertan más mi interés.
De hecho, por mi ignorancia mientras leía el post y daban todas esas probables aplicaciones no se me ocurría (y aún no se me ocurre, salvo el de la medicina con las laparoscopías) cómo era que pudieran ser útiles.
Excelente post y comentarios.
tipico
De hecho, es mejor que no entienda nada y que quede con las ganas de saber más a que no entienda nada, se aburra y pase del tema, que es lo que normalmente sucede.
El tema es que hay un error con la noticia o con el concepto de esto, si es una galga el titulo está mal y no podría competir con un acelerómetro normal aunque lo construyeramos como bien dice idem, y si verdaderamente es un acelerómetro ese papel…no tengo idea cómo podría funcionar para nada… !habría que preguntarle a mario!
Hombre yo creo que no es una galga ya que con la galga no deja de ser una simple conversión de apertura y extensión a la aceleración necesaria para esa extensión conocida la masa, pero según leo.. y cito literalmente el artículo:
"" El nuevo sensor emula los elementos que se encuentran en el corazón de los acelerómetros tradicionales, pero utiliza un material que varía su resistencia eléctrica cuando es sometido al estrés mecánico. ""
Si varía la resistencia eléctrica del material entonces se basa en algo más complejo que la mecánica de una galga.. vaya creo yo…
Lo importante a fin de cuentas es que tengamos acelerómetos que cuestan centavos de dolar.., Se me ocurren infinidad de aplicaciones cotidianas del tipo le enganchamos uno a cada rebanada de pam bimbo. la metemos en la tostadora .y cuando la tostada salta por el aire me envia un SMS al móvil.. 😀
Ahora en serio, si que es interesante si… sobre todo en la obra civil tendríamos la posibilidad de tener una red miles de sensores en estructuras delicadas como sistema de prevención y alamar en reformas de edificios, incluso en los procesos industriales de fabricación, tallaje de piezas de precisión en definitiva como medidores de oscilación para cualquier proceso que se os ocurra.Las posibilidades son multiples…..y variadas… todo dependerá de la fiabalidad y del margen de error de los mismos.. pero es interesante, seguiré este tema. Gracias por la info.
Ah y es que todo lo que diga Harvard ¡Debe ser verdad!
Verdad Ariel?
Es curioso como el papel del papel en la tecnología cobra cada vez mas relevancia… Un buena excusa para plantar mas árboles…
… Y una para talar mas tambien… desafortunadamente.
Es un gran avance, si todo lo que conocemos pudiera ser hecho de una manera tan sencilla seguramente habria muchos cambios.