Bueno, admito que hay que pisar con cuidado aquí. Técnicamente no se trata de un acelerador de partículas completo y funcional, sino que es nuestro deber interpretarlo como una prueba de concepto. Establecido ese punto, un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford y del Laboratorio SLAC ha desarrollado un dispositivo con un tamaño similar al de un grano de arroz, que puede acelerar electrones hasta diez veces más que la tecnología de aceleración utilizada actualmente.
Aunque existen dispositivos que poseen una funcionalidad similar con un tamaño reducido, cuando pensamos en aceleradores de partículas vienen a nuestra mente instalaciones enormes, que demandan años de construcción y miles de millones de dólares. Algunos de ellos son circulares , y otros lineales, como el que se encuentra en el Laboratorio Nacional SLAC, operado por la Universidad de Stanford bajo el ala del Departamento de Energía de los Estados Unidos. Existen múltiples beneficios en la miniaturización de tecnología, y los aceleradores de partículas no son la excepción. Imagina por un momento un acelerador que pueda ser instalado en un lugar como un depósito de cuarenta o cincuenta metros de largo, frente a los 3,2 kilómetros que tiene el acelerador en SLAC. No sólo habría más aceleradores disponibles para los científicos, sino que también serían mucho menos costosos.
El primer paso para miniaturizar a un acelerador de partículas está en mejorar el método de aceleración, y eso es lo que la Universidad de Stanford desarrolló a través de un cristal especial, tan grande como un grano de arroz. Este “acelerador en un chip” tiene la capacidad de acelerar partículas hasta diez veces más comparado con la tecnología que usa el acelerador en SLAC. Tal y como lo explica el vídeo, la clave está en una serie de espacios creados a escala nanométrica en un canal por el que viajan los electrones. Al estar expuestos a una mayor cantidad de energía eléctrica positiva, los electrones alcanzan una mayor aceleración en una fracción de la distancia. En resumen, esta técnica podría igualar la capacidad del acelerador instalado en SLAC en poco más de treinta metros. ¿Se cumplirá la predicción en la intro de Another World con “aceleradores personales” en el futuro? No estaría nada mal.