Jacques Cousteau no necesita ninguna clase de presentación. El próximo 25 de junio se cumplirán 17 años de su fallecimiento, pero su posición como autoridad máxima en el mundo de la oceanografía no cambió en absoluto. Sus descendientes continúan orgullosamente con el legado que ha dejado, y su nieto Fabien forma parte de la llamada Mission 31, la cual buscará ir más allá del experimento que Jacques realizó en 1963.
Siempre miramos al cielo como el gran destino futurista que debe alcanzar la humanidad, pero una buena cantidad de personas cree que primero es necesario extenderse hacia el océano, aprendiendo de él a cada paso. La ciencia ficción ha jugado con la idea de una raza humana colonizadora de los mares y sus profundidades (¿recuerdan a SeaQuest?), sin embargo, el trabajo de Jacques Cousteau no es ninguna fantasía. De hecho, si tenemos en cuenta la enorme cantidad de filmes y libros que desarrolló, es imposible negar que Cousteau era un verdadero maestro documentando todo el conocimiento que adquirió de los océanos, ya sea en las profundidades como en la superficie. Fabien Cousteau es el nieto de Jacques, y como no podía ser de otro modo, también es un experto oceanógrafo. A principios de este mes, Fabien dio inicio a la Mission 31, un experimento en el cual él y otros cinco tripulantes pasarán 31 días en el laboratorio submarino Aquarius, ubicado en los Cayos de la Florida, a una profundidad de 19 metros.
El objetivo general del experimento es determinar qué tan profundos son los efectos del cambio climático y la contaminación sobre la vida marina, además de documentar el proceso de adaptación de los humanos a una residencia prolongada en las profundidades del mar. Mission 31 busca superar el récord de Jacques Cousteau en 1963, año en el que permaneció treinta días bajo el agua junto a un equipo de investigadores en el laboratorio Conshelf II, localizado en el Mar Rojo. En promedio, las misiones del laboratorio Aquarius no se extienden más allá de los diez días, y aunque existen ejemplos de operaciones navales más amplias, será la primera vez que un equipo de filmación pase tanto tiempo bajo el agua, sin interrupciones del exterior. El laboratorio cuenta con acceso a Internet, y Fabien no ha dudado en incorporar el toque 2.0 a Mission 31, con fotografías en Instagram, vídeos en YouTube y sesiones de videochat a través de Skype.
Fabien ha recibido la visita de su padre Jean-Michel, y de Sylvia Earle, la “Jacques Cousteau estadounidense”, ganadora de un premio TED y líder en más de cincuenta expediciones alrededor del globo. Ahora, Mission 31 es algo mucho más complicado de lo que aparenta. Se necesitan 24 personas todos los días en la superficie para mantener a seis personas en el laboratorio (que por sí solo es un monstruo de 81 toneladas) durante 31 días, lo que le da una nueva dimensión al concepto de trabajo en equipo.
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