En más de una ocasión hemos explorado el potencial de la impresión 3D en el mundo de la medicina, pero hoy nos encontramos con lo que tal vez sea la aplicación más avanzada de esta tecnología hasta ahora, a través de un complejo proceso de restauración sobre el rostro de un paciente que casi perdió la vida en un accidente de motocicleta.
Cuando pienso en impresoras 3D, siempre termino imaginando piezas y accesorios para reparar diferentes dispositivos. La idea de reproducir un objeto a medida de la misma forma en que imprimimos un texto es asombrosa. Sin embargo, la impresión 3D no está limitada al mundo DIY. Si hay algo que también necesita mucho mantenimiento es el cuerpo humano, y aún así, tanto los accidentes como las enfermedades están a la orden del día. Un caso impresionante es el de Stephen Power, un británico de 29 años que sufrió un terrible accidente con su motocicleta en 2012. Se fracturó ambos pómulos, la quijada, la nariz y el cráneo, por lo que debió pasar cuatro meses internado en el hospital. Con datos recolectados a través de tomografías computadas, los médicos del Hospital Morriston obtuvieron un modelo tridimensional de la cabeza de Power, y comenzaron a trabajar para restaurar su simetría. Si bien ya se han utilizado partes impresas para corregir condiciones congénitas en el pasado, esta es la primera vez que la impresión 3D está involucrada en cada paso del proceso, con guías, placas, e implantes completamente personalizados para reparar el daño del impacto.
Como pueden apreciar en el vídeo, el resultado es extraordinario. Lo que en una época hubiera sido un procedimiento con una montaña de conjeturas para los doctores, ahora se convierte en una tarea de extrema precisión, con cada pieza calzando perfectamente, sin improvisación ni ajustes secundarios. De acuerdo a Adrian Sugar, cirujano máxilofacial a cargo, simplemente “no hay punto de comparación”, y los resultados están “en una liga diferente”. La operación demandó ocho horas de titánico esfuerzo, y lo más impactante es que los doctores debieron romper el hueso deformado antes de aplicar las correcciones. ¿De qué están hechos los implantes? Se trata de titanio de grado médico (asumo que es Ti-6Al-7Nb, muy usado en los implantes de cadera), y la impresión se llevó a cabo en Bélgica. Power ya no tiene que disimular la falta de simetría en su rostro, mejorando drásticamente su calidad de vida, todo gracias a los modelos digitales, al formidable trabajo de los médicos, y a la impresión 3D.
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