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Argus: El primer implante retinal comercial

En más de una ocasión hemos hablado sobre desarrollos tecnológicos cuyo objetivo era restaurar de forma parcial o total la visión de una persona, sin embargo, la historia del Argus es muy diferente. Han pasado doce años desde la creación de su primera versión, pero la segunda variante del Argus ha sido la primera en ser aprobada tanto en Europa (2011) como en Estados Unidos (2013) para su comercialización.

No es para nada fácil llevar a un dispositivo como el Argus al mercado. A decir verdad, parte de su tecnología tiene al menos una década de edad, y esto se debe a que cualquier modificación mayor regresaría a cero el proceso de aprobación. El Argus está compuesto por una red de sesenta electrodos que son implantados sobre la retina del paciente. A esto se suma un par de gafas con una cámara integrada, y un procesador digital de señales fabricado por Texas Instruments. La cámara captura la luz, el procesador la convierte en patrones eléctricos compatibles, y esos patrones son transmitidos de modo inalámbrico a la red de electrodos. El resultado es una “percepción” basada en bordes y puntos que ayuda a los pacientes a reconocer letras, e incluso visualizar frases, objetos, y hasta otras personas en la misma habitación.

 

 

Como era de esperarse, la aplicación del Argus tiene ciertas limitaciones. Para comenzar, sólo es útil para aquellos casos en los que se ha manifestado retinosis pigmentaria, una enfermedad degenerativa de perfil hereditario. Argus también requiere que el nervio óptico esté saludable, y el factor de entrenamiento para “aprender a ver” con el implante es bastante amplio. Básicamente, se trata de una asociación entre lo que el paciente “recuerda” del tiempo anterior a cuando perdió la visión, y lo que el Argus transmite al nervio óptico. El rol del software es extremadamente importante para expandir las capacidades de los dispositivos (evitando así lo problemas de aprobación del hardware), y Second Sight, la compañía que los comercializam ya se encuentra desarrollando diferentes algoritmos para incrementar la resolución y el enfoque, pero también está trabajando sobre el reconocimiento de color, después de que varios pacientes reportaron haber visto colores con el Argus.

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Escrito por Lisandro Pardo

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