Cierta historia dice que lo esencial es invisible a los ojos, y si de alguna forma trasladamos eso a estructuras que se desploman o balcones que se caen por no poder visualizar la fatiga que los llevó a ese final, la frase es completamente cierta. Anticipar las fallas estructurales, o de alguna forma contenerlas, no sólo reduce las pérdidas materiales, sino también la pérdida de vidas, que es por lejos lo más importante. Con esos objetivos en mente, un grupo de investigadores de la Universidad de Strathclyde desarrolló una pintura inteligente que detecta estas fallas a nivel microscópico.
Hace unos días atrás observé un vídeo sobre una empresa china capaz de crear un edificio entero en tan solo quince días. Dicho edificio tiene un total de 30 pisos, puede soportar hasta sismos de grado 9 en la escala de Richter, y apenas necesitó de 200 personas para su “ensamblado”, ya que hizo uso y abuso de partes prefabricadas. Algunos lo consideran revolucionario. En lo personal, me da un poco de miedo. Los errores de fabricación están en todas partes, pero cuando hablamos de edificios o estructuras de gran tamaño, se suelen pagar muy caro. Por más estable que pueda parecer una construcción, tarde o temprano aparecerá una pequeña fisura. Tal vez haya sido “anticipada” de alguna forma por los constructores originales, sin embargo, esta clase de problemas no suele emitir una alerta.
Por suerte, un grupo de investigadores de la Universidad de Strathclyde en Glasgow está trabajando en eso exactamente. Se trata de una pintura inteligente basada en nanotubos de carbono de alta alineación y cenizas volantes, creadas por la combustión del carbón. La pintura adopta propiedades similares a las del hormigón (o concreto, como prefieran), por lo que se vuelve especialmente resistente a cambios climatológicos. Cuando los nanotubos en la pintura comienzan a doblarse, su conductividad se altera, lo cual sirve como primera indicación de un defecto estructural. Los reportes son generados por pequeños nodos de comunicación que se instalan sobre la superficie pintada.
Esta pintura inteligente promete varias ventajas. Además de poder monitorear a toda una estructura al mismo tiempo, se está debatiendo la posibilidad de que sea una herramienta de muy bajo costo, aunque la cantidad de nanotubos necesarios para que la pintura genere un reporte efectivo (algo que actualmente están investigando) será el factor principal. Puentes, turbinas de viento, edificios, túneles, y muchas otras cosas más podrían beneficiarse de un método de detección de fallas más amplio y menos costoso. Las primeras pruebas comenzarán dentro de dos meses, y definitivamente, el que posea un color similar al hormigón es insignificante en comparación con los beneficios.
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