Un grupo de ingenieros de la Universidad de Duke han descubierto que es posible construir una “campana” tridimensional que sea invisible a las ondas sonoras. Los materiales implicados en la construcción del dispositivo no existen en la naturaleza, por lo que habría que desarrollarlos.
Construido con metamateriales, este velo acústico podría ser el equivalente a la capa de invisibilidad anunciada el año pasado. Al enviar un sonido en su dirección, las ondas de comprensión y expansión del aire rodean el objeto y aparecen del otro lado sin distorsión. Esto mismo es válido para cada uno de los tres ejes espaciales, por lo que, al menos desde el punto de vista acústico, el objeto se ha vuelto invisible.
Si bien se trata de algo que por ahora pertenece al campo de la teoría matemática, ya se han sugerido varias aplicaciones para un material de este tipo. Se podría usar en situaciones tan diversas como la adecuación de la acústica de un recinto hasta la ocultación de submarinos. Esto es posible gracias a que el sonido se comporta en el agua de una manera similar a la forma en que se propaga por el aire (aunque lo hace con mayor velocidad). Dado que el sonar funciona analizando los ecos de un haz de sonido enviado previamente, un objeto que no devuelva rebotes seria invisible.
"Hemos elaborado una teoría que permite abrir un agujero en el espacio y hacer que lo que esté en su interior desaparezca de las ondas sonoras", dijo Steven Cummer, uno de los investigadores de Escuela de Ingeniería de Duke. A pesar de que la ingeniería acústica de metamateriales está retrasada respecto de las investigaciones de los materiales que interactúan con las ondas electromagnéticas (microondas o luz), " pueden aplicarse los mismos principios", dijo Cummer.