Una crónica de desafíos, traiciones, bloques rotos y el ordenador que puso a Apple en el mapa. Un historia que cuenta con protagonistas destacables: Nolan Bushnell, Steve Jobs y Steve Wozniak, entre otros. Una narración de hechos pasados que modificaron nuestro futuro y todavía se encuentran latentes.
El año era 1975, fines de 1975 para ser exactos. Atari estaba triunfando con Pong, como vimos en La Historia de Atari, y Nolan Bushnell estaba en el pico de su carrera. Nolan, con su visionaria actitud de negocios, sabía que Pong podía ser mejorado. Uno de los principales problemas del juego de Atari era que no tenía modo para un solo jugador. Sólo se podía disfrutar de a dos, en modo competitivo. Esto, si bien incentivaba torneos de todo tipo, dejaba afuera al jugador solitario que solo quería pasar un buen rato.
Breakout
El concepto para Breakout salió de una reunión con Steve Bristow, de la subsidiaria de Atari Kee Games. Juntos, Bushnell y Bristow, pensaron en un juego con la mecánica de Pong pero que, en vez de dos paletas, era una la que debía destruir una pared de bloques. El desafío estaría en destruir los bloques, sin que la pelota se fuera de juego. Nolan sabía que, si lo podían desarrollar, el juego sería un éxito.
Hechos los cálculos, la cosa probó ser más difícil de lo que se suponía. Según el diseño hecho por Al Alcorn, ingeniero de Atari y creador de Pong, el circuito integrado para Breakout debía tener, al menos, 75 chips. Los juegos, en ese entonces, promediaban los 50 chips. La producción de cada chip extra tenía un costo de 100.000 dólares, lo que hacía imposible el desarrollo del hardware necesario para el juego.
No contentos con esto, Nolan Bushnell y Al Alcorn lanzaron un desafío a sus empleados: El que pudiese construir el circuito integrado más barato, ganaría un bonus de U$S700, más U$S100 dólares por cada chip eliminado del diseño original. ¿Y adivina quién tomó el guante y decidió afrontar tamaña tarea? ¡Steve Jobs!
Jobs, Wozniak y Breakout
Desde que Steve Jobs había terminado la escuela y abandonado sus estudios universitarios, su vida fue una búsqueda de sentido. O al menos eso parece. Su única ambición en la vida era ahorrar el suficiente dinero como para irse de mochilero a India. Con ese fin, trabajó para Hewlett-Packard, donde conoció a Steve Wozniak (con el que terminó por hacerse amigo al asistir a las reuniones del Homebrew Computer Club, un grupo de aficionados de la computación con base en Silicon Valley). Luego pasó a Atari, donde se desempeñó como técnico. Finalmente, con el suficiente dinero como para recorrer India, Jobs se juntó con Daniel Kottke, compañero de escuela y el primer empleado que tendría Apple, y comenzó su viaje en busca de “iluminación espiritual”. Al volver a Estados Unidos, ya “iluminado” y todo, Steve regresó a Atari y aceptó el ofrecimiento de Nolan Bushnell y Al Alcorn.
Pero Jobs nunca fue un geniecillo de la informática, aunque conocía a alguien que sí lo era: Wozniak. Steve le planteó el dilema a Woz, asegurándole que, si lo lograba, iba a repartir el premio con él, mitad y mitad. Wozniak lo tomó como un desafío personal y, en 72 horas, logró reducir los chips del circuito a 25 chips. ¡Eso era 5000 dólares de bonus!
Pero los problemas siguieron. Steve Wozniak había reducido tanto los chips del circuito que nadie más que él podía entender cómo funcionaba. Atari no pudo usar el diseño de Woz, pero Jobs se encargó de cobrar la “recompensa”: U$S700 más los U$S5000 por los chips eliminados. Y aquí es donde la cosa se torna oscura. Al regresar con su amigo, Steve solo repartió con él la mitad de los 700 dólares, quedándose él con 5350.
Poco después, Steve Jobs abandonaría Atari para fundar, junto a su amigo (que todavía no sabía nada del engaño) Apple Computers. Años más tarde, Wozniak se enteraría de la verdad y lo enojaría bastante. “Sabía que él creía que estaba bien comprar algo por $60 para luego venderlo en $6.000 si puedes, sólo que nunca pensé que pudiera hacérselo a su mejor amigo”, declaró Wozniak, en un testimonio que luego fuera impreso en el libro The Ultimate History of Video Games de Steven L. Kent.
El dinero que Steve Jobs ganó lo había invertido en Apple, pero Woz siguió dolido por mucho tiempo. Aunque, luego, en su sitio personal, Wozniak escribiría en su sitio personal:
“Yo hubiese diseñado Breakout para Atari gratis, solo por hacerlo. Tenía un trabajo en Hewlett Packard. Consideré los 350 dólares como un lindo bonus, algo que gané para mi mismo. Probablemente me comí una pizza para celebrar. Me dolió cuando años después escuché que a Steve le habían pagado más de lo que me había dicho, y no creo ser una persona sensible. Pero eso fue hace mucho tiempo y prefiero alejarme de eso. Steve siempre ha sido un buen amigo para mí. Es algo tan antiguo que tal vez nunca sucedió, y tal vez las personas de Atari que lo dijeron se equivocaron. Creo que es posible. También, si yo, mis hijos, o mis amigos hicieron una cosa así en la vida, es algo fácil de perdonar si las circunstancias fueron como yo las describo. No es lo mismo que robar. Si hubo algo deshonesto, estoy por encima de eso. ¿Quién no ha hecho cosas que pueden considerarse malas? Dudo que una persona así fuese interesante.”
El diseño de Apple II
Volviendo a nuestra historia, el trabajo que Wozniak le puso a Breakout influenció el diseño del ordenador Apple II, el primer éxito real de Apple. “Un montón de agregados de Apple II estuvieron porque los había diseñado para Breakout”, aseguró Wozniak años atrás.
Entre las influencias, encontramos el diseño del circuito de color de gráficos y el ahora infame circuito de sonido. Breakout también influyó en el diseño del integrador BASIC, ya que el integrador de Breakout fue la prueba del concepto que corrió sobre el prototipo de Apple II. Aún más allá, Wozniak realmente deseaba jugar Breakout con su ordenador, por lo que incluyó los controles del mismo (los conocidos como paddle) y un casete con el código del juego.
Atari, como consta en su historia, fue el semillero de grandes del mundo de la informática. Fueron muchas las personalidades que salieron de la empresa de Bushnell y son muchos los que le deben sus carreras. En especial, un tal Steve Jobs, que luego fue considerado un Mesías por muchos nerds tecnológicos (a pesar de que sus méritos fueron bien pocos, para el que conozca la historia de Apple).
Seteve Wozniak es el verdadero héroe sin capa de la historia de Apple. Jobs fue el “Mr. Satan” de esta historia.