De acuerdo a un estudio de MessageLabs, si se mide la potencia que pueden desplegar las redes de bots
La crudeza del informe pone de manifiesto una realidad muchas veces sospechada: los hackers tienen demasiado poder y sería difícil frenarlos si se decidieran a atacar.
En el caso del informe de MessageLabs, se trata de la red de bots del gusano Storm. Un bot es un ordenador “capturado” por un software que permite que el mismo sea utilizado y controlado totalmente por los hackers.
Este tipo de actividades ha ido creciendo con el correr de los años, hasta convertirse en un problema sin solución aparente.
Matt Sergeant, encargado de tecnología antispam de MessageLabs, asegura que si se unieran en una red a 500 de los más poderosos superordenadores del planeta, podrían hacer muy poco frente a una red de 2 millones de bots.
Para Sergeant, es demasiado atemorizante ponerse a pensar en el poder que los hackers tienen, y en la cantidad de cosas que podrían hacer uniendo su poder y decidiéndose a atacar. Lo peor del caso es que estas especulaciones ni siquiera son exactas, ya que el poder de las redes de bots podría ser aún mayor del que se piensa.
Hace pocos meses los principales sitios del gobierno de Estonia fueron atacados por una red de hackers. El poder del ataque fue tal que mientras lo resolvía, el gobierno estonio tuvo que “cerrar” la web para evitar cualquier transferencia de información desde o hacia Estonia, con el consiguiente perjuicio que ello ocasionó.
Para Sergeant, si la red de bots infectados con el gusano Storm se unieran en un ataque de negación de servicio (DoS) sobre cualquier compañía, proveedor de internet o agencia gubernamental podrían lograr tranquilamente su objetivo.
Y el problema en estos casos no son las grandes corporaciones, que tal vez cuenten con recursos humanos y de personal para resolver estas contingencias.
El verdadero problema es para las pequeñas empresas, esas cientos de miles de pequeñas compañías que con su trabajo ayudan a mover la economía pero no tienen tanto poder como para hacer frente a semejante ataque.
Y el panorama podría ser peor aún si se piensa que esas redes de bots, en manos de hackers, podrían ser alquiladas por terroristas para lanzar ataques contra un gobierno y sus principales sitios. Un ataque menos ruidoso que el del 11-S o el 11-M en Atocha, pero mucho más dañino en el aspecto económico.
Claro.. una red de neuronas es siempre mas poderosa que una sola neurona.