¡Ah! Si tan sólo hubiéramos tenido esta tecnología en nuestros tiempos de secundaria. Nada de correr alrededor del patio por 20 minutos, nada de saltar el potro o cumplir 60 abdominales. Una buena sesión de Dance Dance Revolution, y hubiéramos atesorado esa asignatura.En busca de combatir la obesidad infantil, las escuelas americanas han evaluado una forma moderna de interesar a los niños en la actividad física. Es que la vida moderna se vuelve cada vez más sedentaria, y los pequeños llevan una mala dieta. Mientras la opinión pública culpa a los videojuegos de esta pasividad, algunos han encontrado la forma de encontrar en ellos la solución.
Muchas actividades en el mundo de la educación física requieren de cierta habilidad (deportes) o no son lo suficientemente atractivas para los alumnos (¿quién disfruta de hacer lagartijas y abdominales?). El DDR ha probado servir de puente entre los jóvenes y la gimnasia. Un estudio sugiere que un poco menos de una hora de Dance Dance Revolution, configurado en “principiante”, sería suficiente para ayudarle aun niño a perder peso. Otro estudio reveló que el uso de DDR incrementó la energía usada de los niños, en mayor grado que forzándolos a utilizar una cinta para caminar mientras miran TV.
En West Virginia, uno de los estados americanos con mayor índice de obesidad, el DDR ya es una parte fija de las clases de educación física. El estado planea instalar equipos de Dance Dance Revolution en todos los colegios del estado para el año entrante. Si bien no todos los niños que utilizan el DDR pierden peso, la mayoría evita incrementarlo y mejoran sus capacidades aeróbicas, optimizando su estado físico en general. Algunos estudios también sugieren que los niños que han jugado al DDR mejoran su estima y desarrollan una mejor actitud frente al ejercicio.
Considerando que los estudios (relacionados a los beneficios del uso de un videojuego para el desarrollo físico) fueron realizados antes de la llegada de la Nintendo Wii, podríamos pensar que el DDR no es el fin del camino. A las escuelas les espera una renovación completa de sus planes de estudios de educación física. Si los videojuegos logran establecer un vínculo entre la nueva generación y la actividad física, sin duda podrán lograrse mayores avances sumando otros juegos que requieran ejercicio físico a la rutina escolar.
Los videojuegos no podrán sustituir debidamente una buena rutina de actividades físicas, pero al menos lograrán despertar la costumbre o interés sobre la actividad física a un nivel básico. Esto ayudará a los niños a adaptarse al ejercicio y desarrollar un buen estado que les permita expandirse a otros tipos de actividad o deportes. Se calcula que para el fin de la década, unas 1500 escuelas tendrán al DDR en sus gimnasios, listos para motivar a los niños a mover su cuerpo.