Ariel Palazzesi
Un verdadero ejército de halcones robots, llamados “Robofalcons”, será utilizado en los tejados y terrazas de la ciudad británica de Liverpool.Mediante estos robots se intenta evitar que las palomas lleguen al centro de la ciudad. Aunque suene increíble, las palomas británicas tienen problemas de sobrepeso, ocasionados por las “comidas chatarra”.
El problema de las palomas ha sido exacerbado por los residentes en la ciudad que alimentan los pájaros, cuya dieta natural consiste en semillas e insectos, con sobras de comidas rápidas. Berni Turner, miembro ejecutivo del consejo de para el medio ambiente de la ciudad de Liverpool a dicho: “Necesitamos informar a las personas de que el hecho de alimentar intencionalmente a estos pájaros con restos de salchichas o hamburguesas es el responsable de que las calles estén llenas de palomas”.
Los halcones mecánicos son capaces de aletear y graznar en alta voz para asustar a las palomas. Creados por una compañía escocesa, se asemejan a un halcón Peregrino, que es un depredador natural de las palomas. Como resultado de su empleo, junto con el hecho de que la gente no alimente más a los pájaros, se espera que la población de palomas se mueva del centro de ciudad a los parques y los espacios verdes de Liverpool.
El esquema era una tentativa de mejorar la salud de las palomas, pues su dieta actual es malsana y peligrosa. Sin embargo, los expertos han condenado al fracaso esta experiencia, ya que según ellos, se necesita abordar la fuente del problema, y no los síntomas. Emma Haskell, directora de un organismo consultivo independiente de Gran Bretaña dijo que su organización había hecho estudios con espantapájaros mecánicos y los había encontrado totalmente ineficaces. “La creemos que ésta es una pérdida de tiempo completa, y una pérdida de dinero,” dijo. Las “palomas aves altamente inteligentes y pronto comprenderán que estas ‘cosas’ mecánicas no son una amenaza.”
Liverpool, que será la Capital de la cultura en 2008, ciudad utiliza actualmente un presupuesto anual de £160,000 para mantener limpias las calles de los “residuos” dejados por las palomas.
