Son raras las películas de terror que dan miedo y esta casi lo logra, que es mucho más de lo que se puede decir de muchas que otras. Lo que sí genera es una sensación de inquietud desde el comienzo. Es horror oriental, con su propia idiosincrasia, y eso es también bastante extraño para el que está acostumbrado a otro manejo del género, lo que le juega muy a favor.