Lisandro Pardo
¿Cansado de las cajas negras y el formato ATX? ¿Aburrido del exceso de aluminio y el RGB? En la Web nunca faltan quienes toman a una carcasa tradicional y la convierten en algo completamente diferente, pero el artista y diseñador Oriol Ferrer Mesià dio un paso extra al combinar todo el poder de fuego de los diseños paramétricos con la estética de las terminales retro, dando lugar a una serie de carcasas para mini ordenadores que parecen extraídas del universo Fallout… y se ven geniales.
El primer paso es tan simple como buscar la expresión «case modding» en YouTube, o tomar una vieja carcasa y experimentar con ella. Otros proyectos avanzados proponen hacerla desaparecer por completo, entre los que se destaca el ordenador invisible de DIY Perks. Sin embargo, tenemos un recurso fabuloso a nuestro alcance en la forma de la impresión 3D. Además de imprimir partes que nos permiten optimizar cajas existentes, otra opción aún más interesante es la de diseñar una carcasa desde cero, tomando como referencia a un componente principal.
Ese es el camino que siguió el artista y diseñador Oriol Ferrer Mesià con su excelente serie de terminales retro. Primero eligió la pantalla, seguida por el resto de las piezas de hardware, y una buena dosis de Autodesk Fusion 360. La impresión quedó a cargo de una Creality Ender 3, uno de los modelos con mejor relación precio-rendimiento del mercado. Lamentablemente, Oriol no compartió los archivos asociados a sus carcasas, pero el proyecto artístico aparece identificado como «WIP», por lo tanto, es probable que veamos algo nuevo en el futuro.
Este diseño ultrawide utiliza una pantalla inusual de 8.8 pulgadas a 1920 x 480, equivalente a un aspecto 4:1. La carcasa debió ser impresa en dos partes. El hardware se basa en un Nvidia Jetson Nano de 2 GB. Teclado Ducky One 2 SF. El PLA color cobre se ve fantástico.
La segunda terminal adopta un panel más común, de 10 pulgadas y formato 4:3, con resolución máxima de 1024 x 768. Su cerebro es un Raspberry Pi 4. Teclado Ducky One SF, PLA negro.
Una versión aún más compacta de la terminal anterior, con una pantalla de 5 pulgadas y una resolución de 800 x 480. Hay un Raspberry Pi 3 en su interior, y el teclado es el oficial de la Fundación Raspberry. PLA negro, aunque quedaría genial en rojo…
Otra terminal de 5 pulgadas, pero ahora en formato 16:9. Raspberry Pi 4, con PLA naranja muy atractivo. El teclado es uno de tantos modelos mini con soporte Bluetooth que hemos visto en línea.
En su último diseño, la terminal adopta un panel 4:3 de 8 pulgadas, pero la carcasa busca reducir al mínimo posible su huella, dejando expuesto a su Raspberry Pi 4. El PLA es amarillo neón transparente. Toda la configuración pide a gritos ser una retroconsola.
Sus conceptos rechazados también son interesantes, inspirados en los televisores retrofuturistas de los ’70 y ’80, la Macintosh Classic, y cabinas telefónicas.
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