¿Retroconsola? ¿Estación de emulación? Esos son buenos proyectos para «ensuciarte las manos» con un Raspberry Pi, pero hay mucho más que puedes hacer con el mini ordenador. Por ejemplo, ¿qué tal suena convertirlo en un PC gamer? Michael Pick en YouTube decidió seguir esa ruta al imprimir una carcasa en 3D, cortar un panel transparente de acrílico, crear su rejilla, y por supuesto, instalar ventiladores RGB para que el framerate salga disparado. (?)
Los «starter kits» del Raspberry Pi 4 promedian los 100 euros, dependiendo de la cantidad de RAM en el mini ordenador y de lo que incluye cada paquete. Pueden parecer un poco caros, pero si quieres comprar todo para comenzar de un solo movimiento, son una excelente opción. Sin embargo, tarde o temprano llegamos a la conclusión de que no hay nada demasiado excitante en colocar a un Raspberry Pi dentro de su carcasa oficial. Queremos hacer algo diferente, que nos desafíe un poco más.
Entonces… ¿por qué no convertirlo en un PC gamer? Obviamente, las especificaciones generales del Raspberry Pi están muy lejos de lo que se espera encontrar en un PC gamer convencional, pero eso no nos impide jugar con su apariencia. Michael Pick, también conocido como «The Casual Engineer» en YouTube, tomó a su Raspberry Pi 3 B+, y lo transformó en el PC gamer más pequeño del mundo, a un extremo tal que una lata de Coca-Cola es más alta:
El PC gamer más pequeño del mundo
El primer paso es imprimir en 3D una carcasa imitando al formato ATX. La impresión terminó un poco deformada, pero Michael corrigió el problema con masilla, papel de lija, una lima, y un poco de pintura. Después se concentró en crear conectores adicionales de 5v para los ventiladores que irán al frente de la carcasa. Lógicamente, todo PC gamer necesita un buen flujo de aire, y Michael cortó una rejilla a medida, seguida por una pieza de acrílico que sirve como panel lateral.
Como si eso fuera poco, creó un botón dedicado de encendido, y extendió los LEDs del Raspberry Pi con fibra óptica para que su actividad sea visible fuera de la carcasa. Un ventilador con su disipador en el SoC, otro de salida, y un tercero en la «tarjeta gráfica» ayudan a refrigerar al Raspberry Pi, pero esto jamás quedaría completo sin un par de ventiladores RGB dominando la parte frontal. +40 FPS, garantizados. (!)
El juego que podemos apreciar en el vídeo es nada menos que Apex Legends, y el truco para jugarlo en un Raspberry Pi es simplemente streaming. Michael usa la plataforma Parsec, que ofrece un cliente compatible con Raspberry Pi. En lo personal me encanta cómo quedó, y hasta el tamaño de la pantalla encaja con el proyecto, pero un juego al nivel de Apex Legends necesita ratón y teclado «de verdad».
Al mismo tiempo, creo que hay margen para una versión 2.0. El formato general del Raspberry Pi queda mejor alineado con una carcasa BTX, y ese cambio dejaría a los puertos USB en la parte superior. Ideal para que lo hagas este fin de semana.