¿Perros inteligentes? Muchísimos. ¿Perros que hablan? Definitivamente lo hacen a su modo. ¿Pero que hablan con palabras humanas? Si bien Hollywood nunca se aburrió de presentar perros, gatos, y otros animales con voiceovers, esto es muy diferente. La patóloga del habla y del lenguaje Christina Hunger tiene a una belleza de 18 meses llamada Stella, y ambas trabajan en la construcción de una nueva plataforma de lenguaje para perros y humanos. Un tablero con docenas de botones le permite a Stella expresarse de forma directa, o crear frases más complejas combinando varias palabras.
Dicen que la capacidad de asociación es una de las muestras más elementales de inteligencia. Mis mascotas reconocen el ruido de alguien familiar caminando por el pasillo antes de entrar a la casa, saben que en determinado horario la cocina estará ocupada, y detectan (con una precisión escalofriante) el ruido que hace la puerta del refrigerador al abrirse. En esencia, son los dueños del lugar, y lo comunican muy bien. (?)
Ahora, ¿será posible que algún día hablen como los humanos? Consideremos a los perros: Nuestra relación con ellos es muy antigua. Miles de años cazando, trabajando, brindando y recibiendo protección. El entrenamiento de los perros puede llegar a ser muy avanzado, con tareas específicas en mente. Pero imaginemos por un momento palabras y frases sencillas. «Comer», «Feliz», «Jugar afuera». Parece algo muy complicado, sin embargo, la patóloga del habla y del lenguaje Christina Hunger desarrolló un método que vale la pena seguir de cerca:
Su perra se llama Stella, tiene 18 meses y pesa más de 20 kilogramos. Christina y Stella han alcanzado un nivel profundo de comunicación con la ayuda de un tablero que posee docenas de botones. Cada uno de esos botones reproduce una palabra: «Bola», «comida», «jugar» y «afuera» son algunas de las palabras disponibles. Stella no sólo aprendió a expresarse con palabras individuales, sino que ha demostrado cierta habilidad para formar frases. Por ejemplo, Stella usa con frecuencia «Mira» (Look) para captar la atención de Christina y su pareja Jake, pero ha llegado a crear expresiones como «Happy-Ball-Want-Outside» para salir a jugar con su pelota afuera.
Stella también aprendió a usar ambas patas delanteras para presionar los botones, un beneficio extra que le permite ser más rápida y precisa. El número de palabras en el tablero está aumentando lentamente (29 por el momento), pero queda claro que Stella no presiona botones al azar. «Outside», «Walk» y «Beach» son algunas de sus palabras favoritas, y la felicidad de la perra al usarlas es evidente. ¿Quieres saber más sobre su progreso? No dudes en visitar el blog oficial de Christina, Hunger for Words, y su perfil en Instagram.