Lisandro Pardo
El color rosa está en todas partes. Naturaleza, ropa, alimentos dulces, personajes de dibujos animados, juguetes, banderas, campañas para combatir el cáncer de mama, accesorios de ordenadores, teléfonos móviles… la lista sigue. Entonces, ¿de dónde sale la idea sobre su inexistencia? Desde un punto de vista técnico, el rosa no forma parte del espectro, y se necesita más de una longitud de onda para su reproducción, por lo tanto, es un «invento». Sin embargo, no todos están de acuerdo con esa conclusión…
Pink Floyd, Pink, la Pantera Rosa, el vino rosado, la Casa Rosada en Buenos Aires, la camiseta del Palermo y el Inter Miami… usamos mucho al color rosa, y la palabra «rosa» como nombre, de eso no hay dudas. Incluso hemos tenido una «guerra del rosa», cortesía del artista Stuart Semple y su «Pinkest Pink» contra Anish Kapoor, única persona en el planeta que no puede aplicarlo a sus obras.
Pero se supone que el rosa no existe. Mi adaptador Bluetooth color rosa piensa que estoy loco de remate, pero la idea no es precisamente nueva que digamos. Todo comenzó con un vídeo de «Minutephysics» en 2011:
No hay luz rosa
Los colores del arcoíris corresponden a diferentes longitudes de onda de la luz visible: Rojo, naranja, amarillo, verde, cian, azul y violeta. El rosa no aparece porque simplemente no hay una luz rosa. El rosa, o magenta, fucsia y otras variantes similares, son una mezcla de luz roja y violeta, ambas a los extremos del espectro lumínico. El vídeo agrega un ejercicio: Toma al espectro, y crea una rueda con él. El vacío que queda entre el rojo y el violeta representa toda la luz que no podemos ver, y el rosa es un reemplazo para cubrirlo. ¿Otro detalle? El rosa es lo que queda de la luz blanca cuando le quitamos el verde (cualquier editor básico de imágenes nos permitirá comprobar esto). Entonces, ¿el rosa es un mito?
Concedido, no hay una longitud de onda rosa, pero no son pocos los que tienen problemas con la explicación del vídeo. ¿Por qué? Porque no tiene mucho sentido conectar en un círculo a algo (el espectro electromagnético en este caso) que empieza en cero y se extiende hasta el infinito. Al mismo tiempo, si el plan es instalar la inexistencia del rosa, esto debería ser extendido a todos los colores. El color no es más que una característica de la percepción visual, «etiquetas» cerebrales derivadas de la estimulación de conos producida por la radiación electromagnética. Esa percepción puede perderse, e incluso cambia de persona a persona. ¿Acaso no recuerdan lo que pasó con el maldito vestido y nuestras ilusiones ópticas? Tenemos bolas que son del mismo color, frutillas que no son rojas, y fotos en blanco y negro «con color».
(De nuestros archivos, publicada en octubre de 2019, con algunos ajustes de formato.)
