Cuando un proyecto a gran escala requiere la apropiación de tierras, lo más común es que todas las partes involucradas lleguen a un acuerdo aceptable para poder continuar, pero en China las cosas no suelen terminar tan rápido. A partir del año 2007 surgieron las primeras «casas clavo», propiedades de personas que se resisten a la demolición porque consideran insuficiente la oferta económica, o porque rechazan al desarrollo en general. Si creías que una casa en el medio de la carretera era algo exclusivo de los dibujos animados, necesitas ver esta galería…
Por supuesto, estos conflictos no son únicos en China. El concepto de «holdout» es muy bien conocido en occidente, e incluso se lo ha llevado al cine más de una vez. La diferencia es que las películas nos enseñan a víctimas heroicas dispuestas a luchar contra todo, mientras que en la vida real, los dueños de las casas clavo en China deben vivir dentro de espacios a medio demoler, sin agua y sin electricidad.
¿Por qué sucede esto? La información disponible indica que China aprobó su primera ley real de propiedad privada en el año 2007. Antes, la situación era muy favorable para los desarrolladores, quienes ofrecían compensaciones miserables a los dueños, o directamente llegaban al soborno de oficiales para que plantaran cargos falsos y emitieran órdenes de arresto. Con la nueva ley, la posición legal de los dueños se fortaleció, y si el número no es convincente, pasan estas cosas…