El Sol es extraordinariamente grande. En comparación, Júpiter es un verdadero enano y al representar más del 99 por ciento de toda la masa en el Sistema Solar, no quedan dudas sobre su contundencia. Sin embargo, el Sol puede ser tan grande como la cabeza de un alfiler una vez que se lo enfrenta a otras estrellas en el universo. Entre ellas aparece UY Scuti, una «vecina» que se encuentra a 9.500 años luz de distancia, pero las últimas mediciones disponibles la identifican como la estrella más grande jamás detectada. ¿Qué tan grande? Si la colocamos en lugar del Sol, quedaría a las puertas de Saturno…
Se calcula que en unos cinco mil millones de años, el Sol perderá su equilibrio hidrostático, su núcleo aumentará la densidad y la temperatura, y sus capas exteriores se extenderán de modo tal que terminará convertido en una gigante roja. Su nuevo diámetro será lo suficientemente grande como para «absorber» las órbitas de Mercurio y Venus, transformando a la Tierra en una piedra muy caliente, y muy muerta… siempre y cuando siga allí.
Ahora, si eso te hace sentir pequeño, entonces necesitas saber que en comparación con otras estrellas, el Sol es insignificante. ¿Dos ejemplos conocidos? Antares y Betelgeuse. El «Ojo del Escorpión» es tan grande que su órbita se extendería hasta algún punto entre Marte y Júpiter de ser instalado en el centro del Sistema Solar, mientras que el «Hombro Derecho de Orión» probablemente se comería a Júpiter también. Pero si seguimos esa línea, es inevitable preguntar: ¿Cuál es la estrella más grande?
Los expertos continúan apuntando todos sus recursos hacia el cielo para descubrir nuevas estrellas hipergigantes y saber más sobre las que ya hemos detectado. Eso significa que el trono puede cambiar de reina en cualquier momento, pero hoy le pertenece a UY Scuti, una hipergigante roja en la constelación del Escudo (Scutum).
Su registro no es particularmente nuevo que digamos, ya que se remonta al año 1860, bajo la designación BD -12 5055. UY Scuti fue parte de un estudio especial en el año 2012, a cargo de astrónomos que utilizaron interferometría AMBER en el Very Large Telescope que se encuentra en el Desierto de Atacama.
Estos astrónomos determinaron que UY Scuti, AH Scorpii y KW Sagittarii son como mínimo 1.000 veces más grandes que el Sol, y UV Scuti es la mayor de ese grupo. Las mediciones más recientes le dan a esta hipergigante un equivalente a 1.708 radios solares (+/- 192), algo así como 7.94 unidades astronómicas, con un margen de error de 0.89 UA.
¿En español? Si sacamos a nuestra estrella madre y colocamos a UY Scuti en su lugar, llegaría casi hasta Saturno (que en su punto más cercano queda a 9 unidades astronómicas del Sol). Si fueras capaz de viajar en una nave espacial a la velocidad de la luz y decidieras dar una vuelta alrededor de UY Scuti, ese viaje te tomaría siete horas, contra 14.5 segundos del Sol.
Pero lo más impactante de esta estrella y otras hipergigantes similares, es que no son tan «masivas». UY Scuti habría alcanzado su estado actual con unas 25 masas solares, perdiendo más de la mitad durante su evolución.
¿Te sientes pequeño ahora?
(Del Archivo de NeoTeo, publicada originalmente el 18 de septiembre de 2018. La información disponible sugiere que UY Scuti ya fue superada, puedes leer más aquí.)
Wow! Cada vez me sorprenden más.
Muy buen articulo!
Quedé anodadado!!!!!!!!
En la Biblia, Jehová Dios nos dice: “Levanten los ojos a lo alto y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? Es Aquel que saca el ejército de ellas aun por número, todas las cuales él llama aun por nombre. Debido a la abundancia de energía dinámica, porque él también es vigoroso en poder, ninguna de ellas falta.” (Isaías 40:26)
Viendo el colosal tamaño de UY Scuti al lado de nuestro Sol, bien cabe la pregunta del salmista bíblico: “Cuando veo tus cielos, las obras de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has preparado, ¿Qué es el hombre mortal para que lo tengas presente,
y el hijo del hombre terrestre para que cuides de él?
¡Que bueno es que nuestro imponente Creador cuide de sus siervos aprobados como bien deja ver el salmista! (Salmo 8:3-4)