¡Mosquitos! Insectos malditos si los hay. Además de ser responsables por la muerte de millones de personas a través de la transmisión de enfermedades, también afectan a los más pequeños y a nuestras mascotas, destruyen nuestra calidad de sueño, y demandan miles de millones de dólares al año sólo para mantenerlos a raya. Desde hace tiempo se ha estado explorando la posibilidad de una erradicación avanzada, pero si lo que quieres es una solución más personal sin recurrir a químicos agresivos, tal vez esta trampa DIY te ayude.
El mes pasado tratamos de averiguar por qué no hay mosquitos en Disney World, y lo que hizo el gigante mediático fue declararle la guerra a estos insectos con un programa masivo que incluye fumigaciones localizadas, estudios constantes y controles a cargo de expertos. Lamentablemente, nuestros recursos son mucho más limitados, y a la hora de pelear lo hacemos con tabletas, espirales, cremas repelentes, y tubos de insecticida en aerosol. Si bien eso es suficiente para matar seis o siete mosquitos en casa, imagino que aquellos lectores de NeoTeo con un jardín o un espacio verde en sus casas mantienen un conflicto más… encarnizado con estos psicópatas chupasangre voladores. Si te sientes identificado, ¿qué te parece fabricar el equivalente a un arma de destrucción masiva?
El vídeo pertenece a Dan Rojas y Denise Rojas del canal Green Power Science, dedicado a fuentes alternativas de energía, reparación, supervivencia, y un estilo de vida más «prepper», si se quiere. Básicamente, el proyecto se reduce a tomar un ventilador de buen tamaño, cubrir su entrada de aire con tela de mosquitero o similar, utilizar un par de imanes para que la tela no salga volando, y colocar cerca una botella abierta de agua carbonatada (léase soda, agua con gas, etc.) que sirva como cebo. Los mosquitos son atraídos por el dióxido de carbono, pero la concentración no debe ser demasiado alta. Una vez que se acercan a la botella, los mosquitos no pueden escapar a la corriente de aire generada por el ventilador, y quedan atrapados contra la tela. Un pequeño rociador de plantas cargado con alcohol los termina de aniquilar al día siguiente.
Dan ha comprobado (después de utilizar esta técnica por varios años) es que los sapos, las lagartijas y las arañas pierden el miedo a los ventiladores, y se acercan a la tela para devorar con facilidad a los mosquitos atrapados. Aunque es complicado obtener números exactos, Dan calcula que una sola trampa puede atrapar 4.000 mosquitos por noche. Un número insignificante en comparación con la población total, pero nada mal para una casa o un jardín. En lo que se refiere al uso del ventilador en exteriores, la idea es buscar un modelo robusto, y la tela de mosquito también ayuda a proteger su motor.
se mira que gasta mas electricidad que una trampa de mosquitos electrica comercial, sin mencionar el ruido molesto