La década de los ’80 comenzó siendo particularmente oscura para el mundo de los videojuegos en occidente. Incluso los nombres más grandes del mercado habían comenzado a caer como moscas, y algunos fracasos de muy alto perfil terminaron de sellar su destino. Al otro lado del mundo la situación era más saludable, con recreativas muy populares y opciones hogareñas robustas. Parte de ese «optimismo japonés» se ve reflejado en los anuncios publicitarios, y como era de esperarse, nadie dudaba en fotografiar a señoritas con vestimenta ligera para compensar las restricciones gráficas de la época.
Dejando a un lado la presencia femenina, lo cierto es que el valor histórico de estos anuncios es impresionante. Entre las imágenes podemos encontrar dos variantes de la consola Sega SG-1000, la Famicom original, la Twin Famicom de Sharp, la Game Boy, y la Sega Mega Drive. Otro dato muy relevante surge a través de los precios. 12.500 yenes por una Game Boy, 15.000 por la SG-1000 II, y 21.000 por la Mega Drive con un gamepad. Caras, sí, pero no eran imposibles de obtener.
(N. del R.: NSFW, por si acaso. Hay al menos un «panty shot», y varios de los juegos están destinados a adultos.)