La industria soviética tenía recursos mucho más limitados en comparación con los desarrollos de occidente, y una de las prioridades era construir cosas hechas para durar. Por supuesto, los resultados no siempre fueron buenos, y el fantasma de Chernóbil encuentra la forma de introducirse en cualquier discusión, pero eso no es lo que nos reúne aquí.
Se supone que las plantas y estaciones deben ser lugares fríos, lógicos y eficientes, sin embargo, los diseños en algunas salas de control rusas tienen una atención a la estética mucho más profunda de lo que cualquiera imaginaría en un principio.
Sólo basta con observar un proceso de restauración (de lo que tú prefieras) para comprobar que algunos diseños antiguos son simplemente bellísimos, y al mismo tiempo demuestran una robustez notable. El clásico «si no está roto, no lo arregles» es muy apreciado en un amplio número de espacios, y por más que existan versiones actualizadas o variantes modernas, los responsables suelen pensarlo dos veces antes de aprobar una modificación mayor.
Una buena prueba de ello se encuentra en las salas de control de muchas plantas, estaciones, y naves rusas. Calculo que algunos expertos podrían determinar qué es obsoleto y qué es viable de las imágenes que veremos a continuación, pero una cosa es segura: Tienen una muy buena apariencia.