No la están pasando muy bien que digamos al otro lado del charco. En primer lugar, el gobierno de Donald Trump hizo volar por el aire al Plan de Energía Limpia, ignorando todo lo que se ha dicho y demostrado sobre cambio climático. Y ahora, llega el turno de la privacidad en la Web. Con un resultado de 215 a 205, la Cámara de Representantes aprobó la eliminación de las llamadas «reglas de privacidad» para los proveedores de Internet, dando luz verde a la comercialización de datos personales e historiales de navegación sin autorización previa de sus clientes.
En general no tengo razones para entrar de lleno en la situación política de los Estados Unidos, porque al final del día todos deben lidiar con lo que votaron (o no, recuerden que allá no es obligatorio) y presentar pelea usando los recursos que la democracia habilite. Sin embargo, es evidente que el nuevo gobierno no está dejando una sola piedra sin voltear, en un intento por minimizar o arrancar de raíz todas las decisiones tomadas por Barack Obama. Una de esas piedras es la FCC, ahora bajo control republicano y con Ajit Pai a la cabeza, un ex Verizon decidido a acabar con la neutralidad en la red y beneficiar a sus viejos empleadores. En octubre del año pasado, con la FCC a cargo de Tom Wheeler y mayoría demócrata, se creó una serie de «reglas de privacidad» para los proveedores de Internet, que los obligaba a buscar la autorización explícita de sus clientes antes de vender datos personales e historiales de navegación a plataformas de publicidad (y otros interesados). En el día de ayer, esas reglas desaparecieron.
Con un resultado de 215 a 205, la Cámara de Representantes aprobó la eliminación de las reglas de privacidad, siguiendo la decisión tomada por el Senado la semana pasada, en ese caso con un 50 a 48. Los republicanos defendieron la medida formando dos frentes: El primero con la visión de que los proveedores deben ser regulados por la Comisión Federal de Comercio (FTC), y no por la FCC. El segundo, sugiriendo que las reglas «generaban confusión» e instalaban «un marco de competencia desleal» frente a proveedores de contenido como redes sociales y motores de búsqueda, ignorando las enormes diferencias entre un proveedor de contenido y uno de conectividad. Si eso parece poco, lo cierto es que las reglas no iban a entrar en vigencia hasta el próximo 7 de diciembre, pero el bloque republicano (ciertamente aceitado por los dólares del lobbying) decidió eliminarlas ahora.
El ejemplo más contundente del peligro que representa esta «vía libre» para los proveedores lo dio el representante Michael Capuano (demócrata, Massachusetts), cuando invitó a los republicanos en el recinto a que den «una buena razón» por la cual «Comcast debería saber los problemas de salud» de su madre. Nancy Pelosi (demócrata, California), actual líder de la minoría demócrata en la cámara, recordó que los «modos privados» de los navegadores no ayudarán en nada. Parte de la estrategia republicana (la intervención de la FTC) apunta a que se elimine la condición de «common carrier», y por extensión, la neutralidad en la red sobre territorio estadounidense. Esto podría abrir las puertas a conceptos como las «fast lanes», o que los proveedores simplemente pidan más dinero a cambio de preservar la privacidad de sus clientes. Todo lo que necesita la decisión de la cámara es la firma del presidente Trump, casi garantizada en estas horas. Algo me dice que la demanda de servicios VPN se va a disparar pronto en los Estados Unidos…
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