Google Chrome tiene un problema con los ordenadores portátiles. Además de los ocasionales detalles de rendimiento, el navegador de Mountain View demanda un sacrificio en la forma de batería. Incluso Microsoft colocó presión sobre este punto al promocionar Edge, y los desarrolladores han trabajado durante un largo tiempo para corregir la situación. Después de lo que fue su anuncio formal en septiembre del año pasado, la versión 57 de Google Chrome ahora incluye un sistema de «throttling» para las pestañas en segundo plano, de modo tal que no reclamen más del 1 por ciento del CPU.
El panorama de los navegadores modernos es lamentable. En estos momentos me encuentro ejecutando una instancia de Firefox, y otra de Chrome. El navegador de Mozilla ha decidido devorar un total de 977 megabytes de RAM para tres pestañas y dos extensiones, los cuales se niega rotundamente a devolver. En la otra acera, Chrome aún sufre crisis existenciales cada vez que hago un poco de scrolling en portales como Facebook. El resultado es una especie de break dance tóxico que utiliza el 50 por ciento de un procesador con cuatro núcleos, y no hay comando en la sección flags o extensión en la tienda que ayude con esto. Otro problema muy serio que sufre el navegador de Google es el consumo de batería en ordenadores portátiles. No importa el modelo o el sistema operativo, Chrome se encarga de exprimir baterías como si fueran naranjas.
Los ingenieros descubrieron que muchas páginas consumen una gran cantidad de ciclos del CPU aún cuando se encuentran sobre una pestaña en segundo plano. Con la llegada de Chrome 57, ese comportamiento va a cambiar. La clave es un nuevo sistema de «throttling» basado en un presupuesto (medido en segundos) al que cada pestaña en segundo plano se somete una vez que pasan 10 segundos. Ese presupuesto se regenera (con un factor de 0.01 segundos «por» segundo), pero la pestaña en segundo plano sólo podrá acceder al llamado «wall time» del CPU (wall time es el tiempo real que necesita un proceso para iniciarse y completar su tarea) siempre y cuando no haya agotado su presupuesto. En otras palabras, se calcula que el promedio de consumo para una pestaña en segundo plano será del 1 por ciento del CPU.
Las excepciones principales al throttling son las pestañas que reproducen audio (ya que se las considera en primer plano automáticamente), y aquellas que mantienen conexiones en tiempo real a través de WebRTC o WebSockets. El equipo de Chromium reporta una reducción de «pestañas ocupadas» del 25 por ciento, y en determinados sitios, la baja en el uso del CPU puede llegar al 75 por ciento. Por supuesto, lo que necesitamos ahora son mediciones mucho más sólidas por parte de los usuarios, quienes deberán comprobar si esto se traduce en una mayor duración de la batería. Pero la historia no termina allí. Hacia el año 2018, se buscará la suspensión total de las pestañas en segundo plano.
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