La mayoría de los proyectos que llegan desde el mercado automotriz parecen enfocados en hacer a los coches más inteligentes de manera general, pero no es tan común ver ese mismo esfuerzo aplicado a un componente crítico como el neumático. Una de las marcas pioneras es Goodyear, y después de haber estudiado algunos conceptos previos, ahora llega el Eagle 360, un neumático esférico que utiliza inteligencia artificial para adaptarse a diferentes condiciones.
Coches eléctricos y autónomos. Sistemas de transporte eficientes. Costos más bajos de fabricación. Mayor seguridad para los pasajeros y los vehículos. Los objetivos del mundo automotriz son amplios, y tratan de seguir a nuevas tendencias, que esencialmente indican dónde estará el dinero en el futuro. La industria tradicional sabe que no se puede estancar, o de lo contrario se arriesga a ser superada por la dinámica de nuevas compañías (Tesla es un buen ejemplo). Aún así, transformar a un coche en «smart» no es suficiente. Se necesita que el resto de los elementos acompañen a esa evolución, y uno de los que está ganando más impulso es el neumático. En 2014 vimos los conceptos avanzados de Hankook, y pocos meses después Goodyear sorprendió con diseños futuristas. ¿Qué es lo que visualiza hoy esta histórica compañía? El Eagle 360.
Tal y como lo sugiere su nombre, el Eagle 360 es un neumático esférico. La primera vez que se lo vio fue en el Geneva Motor Show 2016, y vuelve a decir presente con su variante Urban en la edición de este año, que se extenderá hasta el próximo 19 de marzo. El plan es que el Eagle 360 sea utilizado por vehículos sin ejes, basados en una plataforma maglev o similar. Esto les daría una libertad de movimiento muy superior, ideal para el desplazamiento autónomo. El caucho del neumático es una especie de «piel biónica» que le permite monitorear sin pausa las condiciones del camino, y alterar su superficie. En caso de transitar un camino húmedo, el Eagle 360 activa una serie de actuadores que crean pequeños hoyos para mejorar su tracción.
Otro aspecto muy interesante es el de la conectividad entre los neumáticos. En teoría, cada Eagle 360 puede aprender de otros, asimilando los mejores parámetros y anticipando cualquier cambio brusco en las condiciones del camino. Como si eso fuera poco, el Eagle 360 tiene soporte para autorreparación, reduciendo la presión sobre la zona afectada, e inyectando un sellador especial desde el interior. Honestamente, el Eagle 360 se ve muy bien, pero pertenece a un mundo de ciencia ficción. ¿Dentro de algunas décadas, tal vez…?
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