Intel llevó al mercado por primera vez a su fabricación de chips en 14 nanómetros con la arquitectura Broadwell, que fue la «compresión» de Haswell. Después llegó Skylake, técnicamente el «tock» de Broadwell, pero esa mecánica se terminó de romper con la aparición de Kaby Lake, que introdujo el nuevo «Proceso – Arquitectura – Optimización». Luego de varios rumores y reportes que sugieren serios problemas en su producción de 10 nm, el gigante de Santa Clara confirmó que la octava generación de procesadores bajo la arquitectura Coffee Lake optimizará nuevamente el diseño en 14 nanómetros.
La arquitectura Kaby Lake debutó en ordenadores de escritorio a principios de este año, y aunque los benchmarks no dudaron en colocar a sus procesadores al tope de la lista, todos estamos de acuerdo en que Intel no ha tenido al rendimiento como prioridad. La razón principal en la mente de los consumidores no es otra más que la falta de competencia, pero se espera que eso cambie con Ryzen. En las últimas horas se filtraron varios benchmarks y precios sobre el nuevo hardware de AMD. Admito que estoy haciendo todo lo posible para no caer en el «hype», sin embargo, si apenas el 25 por ciento de esos datos son ciertos, Intel va a sentir un poco de presión. De hecho, otros portales indican que Santa Clara lanzará a modo de respuesta dos nuevos chips Core i5 e i7 con el multiplicador desbloqueado, y el Core i5 tendrá Hyper-Threading, cosa que nunca sucedió antes.
Otro punto de incomodidad para Intel está en el desarrollo de su tecnología de 10 nanómetros. Los números de producción no son los esperados, por lo tanto, en su último Investor Day la compañía confirmó que habrá una segunda optimización sobre los 14 nanómetros de cara a la octava generación de procesadores, bajo el nombre código Coffee Lake. Es necesario retroceder hasta julio de 2016 para encontrar las primeras referencias a Coffee Lake, en las que se indica una especie de «coexistencia» con Cannonlake (10 nm). Otra filtración incluso le dio como fecha de lanzamiento a febrero de 2018. Ahora, Coffee Lake verá la luz antes de fin de año, e Intel promete un salto en el rendimiento del 15 por ciento… cosa que también hizo con Kaby Lake (y que por cierto, no se materializó).
El resto de la información apunta una mayor prioridad sobre los centros de datos en 10 nanómetros. Eso nos hace imaginar una nueva serie de unidades Xeon, pero no debemos olvidar que Intel ofrece alternativas basadas en chips Atom. En resumen: Intel quebró a su flamante «PAO», tendrá una cuarta fase de desarrollo en 14 nanómetros, y deberá enfrentar la competencia que presente AMD.