Muchos creen que la felicidad es relativa, y por extensión, lo mismo sucede con la tristeza. Lo cierto es que no podemos pretender ser felices todo el tiempo, y si estamos siempre tristes tal vez haya que estudiar eso más de cerca. Pero el 2016 nos dio muchas razones para sentir tristeza, y el 2017 no se perfila como un año piadoso que digamos. Un tiempo atrás, el doctor Cliff Arnall de la Universidad de Cardiff supuestamente creó una fórmula para detectar al día más triste del año. Si la tomamos en serio, y la aplicamos con nuestros datos actuales… es hoy.
¿Qué es lo que nos pone tristes? La idea no es solamente imaginar tragedias personales. Hoy cosas que si bien generan un impacto individual menor, terminan tirando abajo nuestro ánimo cuando se acumulan. En lo personal puedo hablar de ciertos inconvenientes de salud que no termino de resolver, y la falta de recursos para llevar adelante algunos proyectos. Sin embargo, el año pasado fue el responsable de un manto de tristeza generalizado. La partida de varios artistas, actores, actrices y deportistas simbolizó una especie de «fin de la felicidad», o al menos, el fin de la época que nos hizo felices. En más de una ocasión, los científicos han tratado de cuantificar a la felicidad, y uno de los trabajos más citados es el del «Blue Monday», el día más triste del año en el hemisferio norte.
La fórmula del Blue Monday está asociada a un doctor llamado Cliff Arnall, quien trabajó por un tiempo en la Universidad de Cardiff. El resultado de la fórmula es una especie de «puntaje de depresión», y se calcula de la siguiente forma: A nuestra deuda general le restamos nuestro salario mensual, y el valor obtenido es sumado al estado del clima. Esa suma se multiplica por el tiempo que ha pasado desde la Navidad elevado al tiempo transcurrido desde que fallamos nuestras resoluciones de Año Nuevo. Ese resultado general luego es dividido por la multiplicación entre los niveles de motivación, y el sentimiento de «tomar acción» para cambiar las cosas. Me temo que no hay unidades de referencia, pero desde que el Blue Monday existe, usualmente apunta al tercer lunes de enero como el más triste del año.
Por supuesto, todo esto es pseudociencia. La Universidad de Cardiff debió anunciar que el doctor Arnall pasó muy poco tiempo en esa institución, y si rastreamos el Blue Monday a sus orígenes descubrimos que fue usado por primera vez en el anuncio de prensa de una agencia de viajes. En otras palabras, lo más probable es que el doctor Arnall haya recibido algunos billetes para que su nombre aparezca en la publicación. Ahora, el lunes es interpretado como un día triste con o sin ecuaciones. Es el regreso a la rutina, a los problemas semanales, el caos. Tal vez el hemisferio norte tiene razones extra para sentirse triste, con el Brexit y la llegada del presidente electo Donald Trump a la cabeza… pero como indicamos más arriba, la tristeza es relativa, y hay mucha gente celebrando ambos eventos. En resumen: Si estás feliz, disfruta. Y si no, no te preocupes demasiado, pero si se prolonga, no dejes que la tristeza te gobierne.
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