¿Recuerdan a ese loco finés que un día decidió colocar objetos extraños en una prensa hidráulica y publicar sus resultados en YouTube? Bien, ahora llegó a la conclusión de que su prensa necesitaba un rival con un perfil más sofisticado… o al menos, eso es lo que muchos piensan sobre los diamantes. Si bien el título del artículo anticipa el resultado, las casi cinco millones de reproducciones que tiene el vídeo revelan cierto placer en destruir objetos extremadamente costosos…
Desde clientes caprichosos en el este de Asia que pulverizan coches de lujo a martillazos, hasta el clásico «perturbado» que hace fila durante horas para comprar una nueva consola y reducirla a añicos en frente de todos, la idea de destruir objetos con un valor considerable no es nueva. Entiendo que algunas personas han tenido la suficiente suerte en la vida como para «retirar al dinero» de la ecuación, sin embargo, también debo admitir que duele un poco ver cosas así. Dicho eso, hablemos de diamantes. No tengo una opinión muy buena sobre los diamantes por varias razones, pero si debo escoger una en esta ocasión, diré que su valor es una completa mentira. Ahora, compartiré con todos nuestros lectores la satisfacción de observar a un diamante de cuatro mil dólares transformarse en polvo bajo la prensa hidráulica del ya mundialmente famoso Hydraulic Press Channel:
Cuatro mil dólares, aunque al parecer el diamante fue cedido por la compañía Brilliant Earth. ¿Cómo justifican ese precio? En la cartilla de identificación claramente se puede ver un valor de claridad I3, o sea que la piedra estaba llena de defectos, detectables incluso sin asistencia óptica (una rápida búsqueda en la Web nos enseñará que varias compañías ni siquiera ofrecen diamantes I3), pero también indica que se trata de un diamante «cultivado» (sintético), y la mayoría de su costo debe estar asociado al proceso de creación en sí. Otro dato relevante en la cartilla es el de 1.2 quilates, algo así como una masa de 0.24 gramos, si no me equivoco. El riesgo principal era que la piedra saliera volando de la prensa para luego perder horas enteras buscándola, pero eso no sucedió.
Y la respuesta es no, el diamante jamás tuvo una oportunidad frente a la brutalidad de la prensa hidráulica. El diamante podrá ser el material natural más duro conocido hasta ahora, y soportar más de seis millones de atmósferas de presión, pero su tenacidad (cantidad de energía que puede absorber en un impacto antes de alcanzar su ruptura) deja mucho que desear. La palabra «tenacidad» suele aparecer mucho en discusiones sobre pantallas de smartphones. La resistencia a rayas es algo que muchos fabricantes destacan, pero cuando el smartphone cae al suelo más de una vez…
Su definición de Tenazidad es imprecisa, tampoco dan la de Dureza ni tampoco hablan de la Resistencia de un material…