La especie humana tiene una cita mañana. Es una cita que probablemente no se vuelva a repetir en mucho tiempo. La espera duró poco más de nueve años, por lo tanto, el nerviosismo es lógico. Sin embargo, no podemos pensarlo dos veces, ni dar un paso atrás. Plutón está allá afuera, y la misión New Horizons continúa acercándose. Con cada nuevo cuadro, los astrónomos dejan a un lado comida, bebida y sueño, pero lo mejor… está por venir.
Clyde William Tombaugh descubrió al objeto celeste que luego se convertiría en Plutón el 18 de febrero de 1930. Un par de semanas después, una niña inglesa de 11 años, Venetia Burney, sugirió el nombre Plutón, dios romano del Inframundo que era capaz de hacerse invisible (el personaje de Disney tomó el nombre del planeta, y no al revés), y el primer día de mayo de ese año, dicho nombre fue confirmado. Con el paso de los años, Plutón fue sometido a varios estudios, especialmente en lo que se refiere al cálculo de su masa (en 1931 se pensaba que era similar a la Tierra), pero su situación cambió por completo en septiembre de 2006, al ser reclasificado como planeta enano. En ese mismo año (enero para ser precisos), inició su travesía la misión New Horizons de la NASA. Nueve años y cinco meses después, New Horizons se encuentra a menos de 1.6 millones de kilómetros de Plutón.
Plutón, Tierra. Tierra, este es Plutón. La resolución de las imágenes mejora con cada paso, pero debemos ser pacientes: Las transmisiones de la sonda tardan cuatro horas y media en llegar a la Tierra, y después de tanto tiempo en el espacio, los caprichos técnicos son inevitables (el pasado 4 de julio ocurrió un error de software y se perdieron 30 imágenes). Aún así, los expertos en geología y geofísica están de cabeza con el material recibido. La imagen más reciente, que posee fecha del 11 de julio, instaló la posibilidad de la existencia de acantilados en la superficie del planeta, mientras que un elemento circular sería un cráter causado por un impacto masivo. La rotación de Plutón pronto permitirá visualizar con mayor detalle la región que posee «forma de corazón», aunque no debemos olvidar que Plutón no está solo.
La posición privilegiada de New Horizons habilitó la captura de imágenes pertenecientes a Caronte, la luna principal de Plutón. Por ahora, los astrónomos han registrado una región polar oscura, varios impactos, y lo que aparenta ser una serie de abismos. La sonda New Horizons pasará a unos 28 mil kilómetros de Caronte, por lo que esperamos aún más precisiones. Los tres objetivos principales de New Horizons son establecer un perfil geológico del sistema Plutón-Caronte, crear un mapa de las composiciones químicas en sus superficies, y caracterizar la atmósfera de Plutón. La oportunidad es única. Al momento de escribir estas líneas, faltan 24 horas, 38 minutos y 40 segundos. No te lo puedes perder.
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