La solución parece demasiado obvia como para merecer nuestra atención, pero en realidad existen complejos estudios sobre el comportamiento de las ondas electromagnéticas que respaldan a esta simple acción. Jason Cole del Imperial College London explica que la señal WiFi rebota a través de todas las habitaciones en nuestro hogar, cayendo luego en un patrón estable. Si aparece un «pozo» en la cobertura del router, con moverlo apenas unos centímetros podemos cambiar ese patrón y desplazar el pozo por completo.
En lo personal nunca he tenido problemas con la cobertura WiFi. Mi vetusto WRT54G modificado con DD-WRT sigue escupiendo bytes como si fuera el primer día, y mi casa es bastante pequeña, por lo tanto, no hay nada que se asemeje a un «agujero negro» de conectividad. Lamentablemente, muchos usuarios no están en condiciones de decir lo mismo. Cuestiones directas como ubicación del router y diseño del espacio convierten al WiFi en una sesión de malabarismo. Por supuesto, siempre existe la posibilidad de añadir repetidores o routers secundarios, pero esa ruta implica un esfuerzo económico adicional que no todos pueden asumir. Con eso en mente… una solución barata y sencilla nos lleva al truco más viejo del mundo: Mover el router hasta que el condenado WiFi funcione en toda la casa.
¿Por qué sucede esto en primer lugar? Jason Cole del Imperial College London, y creador de la aplicación para Android WiFi Solver, lo explica con un poco de matemática y teoría electromagnética. En términos sencillos, la interacción entre las ondas electromagnéticas y el plasma de nuestra atmósfera superior está sometida a las llamadas «Ecuaciones de Maxwell», publicadas inicialmente por James Clerk Maxwell entre 1861 y 1862. Nuevas revisiones en las ecuaciones, la intervención de algoritmos y el poder de procesamiento en nuestros sistemas actuales nos permiten calcular el flujo de las ondas electromagnéticas con algo tan sencillo como un smartphone. De más está decirlo, el WiFi prefiere espacios abiertos a paredes (aunque algunos materiales son más permisivos que otros), pero también nos encontramos con el fenómeno de la «onda estacionaria», que se manifiesta cuando los reflejos de la señal WiFi se superponen entre sí.
En resumen: Mover al router apenas unos centímetros puede ser suficiente para optimizar el alcance de la señal incluso en los lugares más complicados de la casa. Entiendo que muchas personas deciden dejar su router fijo en la pared, o se ven limitadas por la posición del cableado, pero creo que es preferible apostar por un pequeño cambio en su ubicación antes que salir corriendo a comprar repetidores.
4 Comments
Leave a Reply