Redes sociales… la mayoría de las veces parece que las detestamos, y aún así no podemos dejar de consumir lo que ofrecen. Tal vez sea necesario cambiar ese consumo, pero otros creen que en realidad, lo que debe cambiar es la idea de red social. Así es como aparece Quitter, una alternativa que busca alejarse de la típica centralización presente en las redes convencionales para brindar un espacio abierto, sin censura, y aparentemente “anticapitalista”.
Estaba en LinkedIn, y básicamente me fui corriendo de ahí (aún sigue escupiendo spam). Estaba en Twitter, y también me fui, aunque admito que esa vez no fue corriendo. Facebook aún conserva su estatus de mal necesario, y seguiremos negociando mientras las condiciones actuales se mantengan intactas. Mi relación con las redes sociales es de neutral hacia pobre, no voy a negarlo. Solamente tomo lo que necesito de ellas, a pesar de sus objetivos de fondo (colocar publicidad, vender productos, etc.) y de su situación general. ¿Cuál es esa situación? En esencia, las redes como Twitter y Facebook son simples cajas de arena: O juegas con las reglas que establece cada caja de arena, o deberás enfrentar algunas consecuencias, comenzando por la censura. En los últimos tiempos, Twitter parece estar aplicando cierta política de “disparar primero y preguntar después” en relación a suspensiones repentinas, y también han aumentado las quejas sobre spam en la red social. De hecho, se calcula que casi 24 millones de usuarios (sobre 284 millones) jamás han escrito un solo tweet. Para algunos fue suficiente con la censura, y mudaron sus cosas a Quitter.
Técnicamente hablando, Quitter es una de las tantas caras que tiene GNU Social (ex StatusNet, ex Laconica), un servicio abierto y descentralizado de microblogging. El propio portal de GNU Social recomienda a Quitter como primera opción para nuevos usuarios, pero también existen otros nodos como Load Average y Vinilox. La palabra clave aquí es “descentralizado”. En resumen, todos los usuarios de Quitter pueden interactuar con las publicaciones de otros nodos y viceversa, y no están obligados a registrarse necesariamente en Quitter. Desde cierto punto de vista, GNU Social y Quitter forman la antítesis de la caja de arena, y por extensión, de redes sociales como Twitter, con la que no puedes hacer ni decir nada si no eres parte de ella.
Ahora, ¿por qué explotó Quitter? Después de todo, lleva algo así como cuatro años bajo el radar, y en el caso de GNU Social ya son siete u ocho. Todo comenzó debido a un caso de censura de alto perfil. La tweetera/microbloguera española Barbijaputa (con casi 160 mil seguidores) denunció la suspensión de su cuenta en Twitter (que aparentemente ha recuperado) y por lo tanto decidió pasarse a Quitter. Eso despeja cualquier duda sobre la llamativa cantidad de usuarios españoles que ha registrado Quitter en las últimas horas. La pregunta de fondo es si estamos o no ante una moda pasajera.
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