Los jinetes de la red BitTorrent no necesitan ninguna clase de atajo para descargar lo que desean, pero explicar el mecanismo a un novato puede ser más complicado de lo que aparenta. Desde hace un tiempo existe el concepto de seedbox, un servidor remoto que se encarga de descargar torrents y almacenarlos en la nube. El nuevo servicio Bitport implementa dicho concepto, y también ofrece al usuario la posibilidad de realizar streaming con los vídeos descargados.
En la Web hay una enorme cantidad de tutoriales para dar los primeros pasos en el mundo de las descargas BitTorrent. Más allá de su estatus legal y del retiro de portales como The Pirate Bay, son cada vez más los usuarios que ven a los torrents como única alternativa viable frente a las políticas absurdas que adoptan los distribuidores, comenzando con los lamentables y retrógrados bloqueos regionales. Claro que, la idea de descargar un cliente dedicado, abrir puertos en el módem/router, buscar los enlaces magnet y tener cuidado con los archivos falsos puede ser muy difícil de digerir para el usuario inexperto, a un punto tal que decide ignorar a BitTorrent por completo. En los últimos años han surgido diferentes “mediadores” entre la red BitTorrent y el usuario promedio, y uno de los más efectivos es el seedbox. En esencia, el usuario le indica al seedbox qué debe descargar, y el servidor remoto se encarga de hacer el trabajo duro, almacenando en la nube los archivos solicitados sin software externo ni configuraciones avanzadas.
Uno de los servicios más recientes es Bitport. La primera ventaja de Bitport está en su facilidad de uso. Si el usuario sabe trabajar con herramientas como Dropbox o Google Drive, lo más probable es que domine a Bitport en cuestión de segundos. Después aparecen los factores de privacidad y seguridad. Bitport ofrece en sus cuentas premium certificados SSL y la verificación de las descargas con el antivirus NOD32, junto a la posibilidad de pagar con bitcoins. Finalmente, Bitport gana un poco de distancia sobre el resto con su soporte de streaming. En vez de “descargar dos veces” a un vídeo, con Bitport el usuario sólo tiene que presionar Play para disfrutarlo directamente en el navegador, o con un reproductor compatible como VLC Player.
Bitport permite la creación de cuentas gratuitas, aunque cargan con serias limitaciones, como por ejemplo conexiones HTTP no seguras, y un tope de descarga de 100 megabytes por hora. Sin embargo, con apenas cinco dólares mensuales las limitaciones se esfuman en el aire, y el espacio disponible pasa de dos gigabytes a treinta. La opción más costosa es de quince dólares por mes, y entrega 250 gigabytes de espacio con veinte descargas simultáneas. Como era de esperarse, Bitport tiene algunos rivales directos (el primero de ellos es Put.io, que dejó de ser gratuito hace mucho), pero si la idea es simplificar las descargas BitTorrent, es un buen punto de partida.
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