El flujo de novedades mantiene a Sony en nuestro radar, pero ya hemos tenido suficiente de malas noticias. Esta vez, el gigante japonés ha anunciado el desarrollo de un sistema compacto con funciones similares a las de Google Glass, aunque la diferencia entre ambos es que la solución de Sony puede adaptarse a cualquier par de gafas, especialmente aquellas utilizadas en la práctica de deportes.
Durante su desarrollo, los responsables de Google Glass han recogido todo tipo de críticas, pero una de las más importantes es la falta de funciones en el dispositivo. En más de una ocasión he leído que aquellos con acceso a Glass terminaron usando al gadget para tomar fotografías y nada más. Los planes de incorporar un soporte más elaborado de realidad aumentada y reconocimiento como observamos en aquel vídeo original de promoción parecen estar muy lejos, aunque todo es posible si el cambio de hardware se materializa. Ahora, de la misma manera en que el Oculus Rift ha disparado la creación de competidores directos, algo similar se puede decir sobre Google Glass. Hoy es nada menos que Sony quien desea explorar a este particular mercado e ir más allá de una simple patente.
El dispositivo no posee un nombre formal aún, pero varios medios colegas han decidido llamarlo “Sony Smart Glass”, “Single-Lens Display Module”, o simplemente “Clip-On”, debido a la posibilidad de instalarlo en cualquier tipo de gafas. La primera característica técnica a destacar es que el desarrollo de Sony utiliza una pantalla OLED con una resolución de 640 por 400 píxeles. Comparado con el Google Glass (640 por 360), la diferencia es mínima, pero la aplicación de tecnología OLED hace a la pantalla mucho más eficiente, lo que optimiza a su vez el rendimiento de su batería (400 mAh). El SoC es una variante ARM Cortex-A7 de bajo consumo, la conectividad es WiFi n y Bluetooth 3.0, y hasta donde podemos apreciar no posee una cámara integrada. Este detalle podría ayudar al dispositivo de Sony a eliminar de raíz cualquier queja mayor sobre privacidad.
Sony ha confirmado que proveerá con un SDK compatible a sus socios que deseen desarrollar contenido para el accesorio. El primer vistazo en público se hará realidad durante el próximo CES, y si todo sale bien, el “Clip-On” entraría en fase de producción el próximo año, para llegar oficialmente a las estanterías en 2016. Lo cierto es que Sony tiene más o menos los mismos desafíos por delante que Google con este desarrollo. No sólo deberá convencer a la gente de que vale la pena comprar uno, sino que necesitará trabajar muy duro en la generación de aplicaciones. Un soporte sólido de realidad aumentada podría darle la ventaja ideal.
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