En primer lugar, Sony Pictures fue hackeado. Se filtraron documentos, correos, contraseñas, números de seguro social y otros detalles pésimamente guardados. Luego, se reportó que el ataque habría sido organizado por Corea del Norte, y que el filme The Interview era el punto principal de conflicto. Después, la actividad hacker se transformó en amenaza terrorista. Las cadenas de cine comenzaron a cancelar proyecciones, y en consecuencia, Sony decidió hacer lo mismo con la película.
Después de procesar y repasar la noticia, uno puede pensar que hay días en los que la censura simplemente gana. Pero lo cierto es que en esta ocasión la censura no ganó por “mérito” propio, sino porque surgieron otros sentimientos mucho más fuertes, que modifican comportamientos y cambian tendencias. El miedo se ubica al tope de la lista. La palabra “terrorismo” ha quedado grabada a fuego al otro lado del charco, a pesar de que el terror aplicado como arma tiene la capacidad de golpear en cualquier parte del globo. El ataque a Sony Pictures estaba asimilando el perfil de un hackeo más, una ciberoperación contra una compañía estadounidense como tantas otras. Los medios comenzaron a hacerse un festín con la información filtrada, que incluye disputas entre productores, directores, actores, y alguien que llamó a Angelina Jolie “una malcriada sin talento”.
Sin embargo, la historia cambiaría su tono rápidamente. La encrucijada es The Interview, una comedia en la que trabajan Seth Rogen (Knocked Up, 50/50) y James Franco (Spider-Man, Oz, Rise of the Planet of the Apes). Su trama habla sobre dos reporteros que reciben la orden de asesinar al líder norcoreano Kim Jong-Un, después de haber logrado una entrevista con él. El hackeo de Sony Pictures causó que algunas de sus películas se filtraran a la Web, pero había un mensaje más: “Paren la película del terrorismo”. Las asociaciones a The Interview fueron inmediatas, y cuando los hackers jugaron su última carta el pasado martes (“El mundo estará lleno de miedo. Recuerden el 11 de septiembre.”), el efecto dominó hizo el resto. Rogen y Franco cancelaron todas sus apariciones promocionales, las cinco cadenas de cines más importantes de los Estados Unidos anularon las proyecciones programadas, y la única opción para Sony fue seguir la línea. 44 millones de dólares se fueron por el inodoro.
Técnicamente, The Interview debería ser estrenada en territorio europeo durante el mes de enero, mientras que en el Reino Unido la fecha sería el 6 de febrero. Las autoridades no han podido confirmar que el ataque a Sony haya tenido a Corea del Norte como punto de origen, y no hay indicios sobre una “amenaza real” a las salas de cine… pero al final, como dije más arriba, el miedo hizo que la censura gane. Al mismo tiempo, esto no hará otra cosa más que reforzar la posición de aquellos que insisten en una regulación total de Internet y una mayor recolección de datos para “brindar seguridad”. En lo personal, creo que Sony debe estar deseando que el 2014 se termine ya… y tal vez debería considerar colocar la película en BitTorrent dentro de algunos meses.
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