Ir al cine con amigos es un excelente ritual que nos permite disfrutar de un buen momento, y con un poco de suerte, de una buena película. Lamentablemente, la distancia tiende a ser un factor muy complicado de resolver, pero Gaze es un servicio que si bien no reproduce la experiencia de una sala de cine tradicional, sincroniza la reproducción de un vídeo o película con alguien más de forma remota, y ofrece una comunicación en tiempo real por chat y videoconferencia.
La última vez que visité el cine fue hace unas tres semanas, y trataré de ir otra vez dentro de algunos días. En lo personal estoy esperando por Interstellar, que al parecer es uno de los pocos tanques que le quedan a 2014, acompañado por la primera parte de The Hunger Games: Mockingjay, Penguins of Madagascar para los más pequeños, y por supuesto el cierre de la saga en The Hobbit. A pesar de la facilidad con la que se pueden obtener películas en estos días (sean legales o no) siempre he defendido la idea de ir al cine. Entiendo que no todas las experiencias son buenas, y que la introducción de ciertas tecnologías fue solamente para inflar el precio de la entrada, pero el saldo no deja de ser positivo. El inconveniente surge cuando los amigos o la media naranja se encuentran lejos. No hay nada de malo con ir solo al cine, sin embargo, no son pocos los que rechazan la idea de plano. Ahora, si es suficiente con tener una “noche de películas” y mantenerse en contacto a través de la Web, la gente detrás de Gaze nos propone una opción más que interesante.
Para usar a Gaze no necesitas ninguna cuenta de usuario. Su único requerimiento sólido es Google Chrome, aunque en estos días eso no es un problema muy grande que digamos. Gaze generará un enlace URL que deberás compartir con la otra persona usando el medio de tu preferencia, y una vez que ambos están dentro de Gaze, existen dos opciones. La primera es reproducir al mismo tiempo un vídeo de YouTube. El portal tiene una cantidad importante de películas y documentales completos, y siempre hay algo nuevo para ver. La segunda opción es mucho más atractiva: Cargar una película localmente. La restricción aquí es que ambos deben tener una copia exacta de la película en extensión MP4 bajo el códec H.264, por lo tanto, será necesario compartirla a través de Dropbox, Google Drive u otros servicios. Gaze no posee una función para cargar subtítulos o desactivar las anotaciones de YouTube, pero imagino que será una cuestión de tiempo, y no de falta de interés.
Otro aspecto (bastante obvio por cierto), es que Gaze funciona sin trabas dentro de redes locales. Cualquier sistema conectado a la Web con Chrome instalado está capacitado para abrir los enlaces, y si la película ha sido guardada en un servidor común, dos o más personas pueden cargarla. En ese caso, es lógico asumir que todos podrían juntarse frente a una pantalla y ver una película, pero no olvidemos que una red local logra cubrir varios espacios físicos, y si por un motivo específico alguien no tiene la chance de trasladarse, Gaze se convierte en un atajo viable. El servicio está pidiendo feedback a los usuarios. Si decides probarlo, no dejes de compartir tus sugerencias.
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