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Tox: Un reemplazo seguro y open source para Skype

Las herramientas más populares para comunicarse no son necesariamente las más seguras, y aunque es difícil dejar de lado un mensajero instantáneo al que nos hemos acostumbrado, privacidad y anonimato tienen un peso cada vez más importante. Esto hace que nos crucemos con Tox, un combo que planea ofrecer mensajería y videollamadas al estilo Skype, basado en código abierto y tecnología P2P.

Por algún motivo, la mayoría de los usuarios no cree que los riesgos de privacidad sean lo suficientemente relevantes para abandonar a un servicio. Después de todo, Facebook tiene casi 1.300 millones de cuentas (con las que le gusta experimentar de vez en cuando), y WhatsApp reportó más de 500 millones en abril pasado. Obviamente, tampoco debemos olvidar que muchos usuarios consideran a esos servicios como de baja prioridad, y no comparten ninguna información delicada en ellos. Sin embargo, comunicarse “es” importante. Un correo electrónico de trabajo tiene un valor mucho más alto que el meme de turno, y lo mismo se podría decir de una videoconferencia por Skype. El problema es que dicha importancia convierte a estas herramientas en objetivos primarios para aquellos que desean saber un poco más sobre nosotros, y eso incluye tanto a nefastas agencias gubernamentales, como al usuario nocivo que busca deslizar una pieza de malware en nuestros sistemas.

Tox
Tox ofrece varios clientes en su sitio oficial

La ruta de escape lógica es abandonar a esas herramientas de amplia presencia en la Web, y adoptar otras alternativas diseñadas con la seguridad y la privacidad en mente. Una de ellas es Tox, la cual buscará instalarse como una alternativa a Skype. Tox nace gracias a una iniciativa entre programadores que originalmente frecuentaban el sitio 4Chan, pero ahora cuenta con un equipo de desarrollo casi completo, y un portal dedicado. En realidad, Tox debe ser visualizado como una plataforma. Técnicamente no hay clientes oficiales, y en su wiki oficial encontraremos enlaces que llevan a builds de clientes compatibles con Windows, Linux, OS X y Android. En el caso del cliente uTox, su funcionamiento se reduce a la clásica aplicación de dos claves, una privada y otra pública. Los usuarios se “agregan” entre sí compartiendo la clave pública, y en caso de reemplazar el sistema, sólo se debe respaldar un archivo que contiene la clave privada y la lista de contactos.

Todos los chats en Tox son cifrados a través de NaCl, pero sus propios desarrolladores advierten que Tox no está listo, y que será necesario eliminar una cantidad importante de bugs. Por otro lado, la comunicación P2P entre los usuarios elimina cualquier dependencia sobre servidores centrales, y los números IP son ofuscados con tecnología muy similar a la que vemos en la red Tor. El vídeo y el soporte para chats de voz grupales son algunas de las funciones que todavía están ausentes en Tox, pero el software se está acercando lentamente a una versión estable.

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Escrito por Lisandro Pardo

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