Disparos, ninjas, patadas, fantasía y la última versión de King of Fighters Wing, todo eso y mucho más, en esta columna que semana tras semana te brinda algunos minutos de sana diversión interactiva. ¡A jugar!
Ninja Assault: En Ninja Assault juegas con Zahri, un joven que iba a ser un pescador, como su padre, pero terminará siendo el destructor del imperio. Todo comenzó como una profecía autocumplida, cuando un mago le informa al emperador que su reinado estaba por llegar a su final, y que todo sería culpa de un niño llamado Zahri. El emperador, enfurecido y acobardado, envio a sus mejores guerreros a quemar tu aldea. Todos tus seres queridos murieron quemados en sus hogares, pero tú te salvaste y juraste la venganza sobre el imperio. Ahora, en el hogar de tu maestro, el emperador ha dado contigo una vez más y ha enviado a sus mejores ninjas a matarte. Tienes que defenderte hasta la llegada de tu sensei, que pondrá las cosas en su lugar. Excelentes animaciones y un sistema de lucha muy dinámico, hacen de Ninja Assault tan divertido como vistoso. ¡Lucha por tu vida, pequeño saltamontes!
Kick The Critter: Noe, el del arca, se llevó a todos los animales menos al bicho feo con el que te toca jugar. ¡Pobre, pobre bicho feo! ¡Él también se merece estar en el arca! Por suerte, en uno de sus viajes el bicho se cruza con un ingenio mecánico capaz de patearlo lo más alto y lo más lejos posible. ¿El plan? Mejorar tanto al pateador como al bicho, para poder alcanzar a Noe y salvarse así del diluvio universal. Un juego de lanzamiento al estilo Burrito Bison, y como todos esos que ya hemos jugado incontables veces aquí, lleno de bichitos sobre los que rebotar y mejoras que comprar. ¡Como tanto nos gusta!
Tower of the Archmage: Roguelike divertido que sale, roguelike que termina siendo recomendado en esta columna. Porque soy super hyper fanático y me encanta perderme en la profundidad de terribles calabozos llenos de monstruos y trampas, y Tower of the Archmage me brinda exactamente eso. Cuatro profesiones entre las que elegir: Luchador, mago, draconiano y alquimista. Cada personaje tiene una serie de habilidades, que se van mejorando no solo con la experiencia, sino también con la adquisión de runas que, en combinación, generan todo tipo de poderes. El sistema rúnico es bastante complejo para un juego así, y le agrega toda una profundidad que le sienta muy bien al resultado de las partes. Como todo roguelike que se precie, la muerte es definitiva y obliga a comenzar desde el primer piso de la torre. En muerte, el personaje fallecido puede “legar” dos runas al que irá a venir, así que también hay una ganancia en eso. Un juego duro de roer, como nos gusta a los que seguimos el género.
King of Fighters Wing 1.0: Ryo, Terry, Mai, Athena, Iori y muchos más, en una perfecta adaptación del clásico juego de lucha de las recreativas, torno al cual se reunía gran parte de la concurrencia a retarse a tremendos duelos llenos de poder. Wing es genial y se deja jugar con un teclado como su par oficial. Incluso tiene modo para dos jugadores en un mismo teclado, por si estás con un amigo con el que jugarte una peleítas. Los poderes requieren un poco de práctica, pero en cuanto los conoces todos finalmente salen sin esfuerzo. Muy buenos gráficos, acción intensa y enemigos controlados por el ordenador que no dan respiro. Un auténtico King of Fighters.
Raze 3: Han pasado 10 años desde la primera invasión. La Tierra quedó en ruinas y la humanidad decidió que no valía la pena reconstruirla de las cenizas y erigió ciudad aéreas. ¡Que los pobres y los mutantes se quedarán con esas ruinas! También se crearon cuerpos armados de defensa, y tú formas parte de uno muy especial que comienza luchando contra zombies pero terminará siendo crucial contra los extraterrestres que amenazan nuevamente la paz mundial. Al comenzar, solo tienes la campaña humana para jugar; y una vez vencida esta se habilita la campaña extraterrestre, en la que juegas con los “malos” (en la guerra todos son malos, por eso las comillas). Disparos, saltos, trabajo en equipo y mucha super acción. Digno Raze.
¡A jugar!