Parece que el futuro de los sistemas de almacenamiento de datos no son ni los discos duros, ni las memorias FLASH, ni los cristales cuánticos azules de Saturno: el futuro pertenece a las bacterias. En la Universidad China de Hong Kong han logrado almacenar 90GB de datos en el ADN de una bacteria. Si bien no se trata de una investigación novedosa, es la primera vez que dicha empresa se encara con éxito. ¿De cuantos gigas son tus bacterias?
A lo largo de los últimos años, en Neoteo hemos visto como la ciencia busca permanentemente elevar la cantidad de datos que pueden guardar los dispositivos de almacenamiento masivo. No se trata de una búsqueda sin sentido, sino de la lógica consecuencia del aumento incesante que experimenta la cantidad de datos digitales que cada uno de nosotros genera cada día. El ADN (ácido desoxirribonucleico) es una gigantesca cadena compuesta por cuatro tipo de “bloques” que los seres vivos utilizan para “codificar” sus características físicas. Tu color de ojos, el largo de tus piernas o la probabilidad de que sufras algunas enfermedades dependen de la forma que estos cuatro bloques (adenina, timina, citosina y guanina) se ordenan dentro de esta larga cadena. Este sistema de codificación no difiere demasiado de las gigantescas “tiras de bytes” que utilizamos para representar fotografías, documentos, canciones o películas en nuestros ordenadores. Cuando nos damos cuenta de esta similitud, es casi imposible no pensar: “¡Entonces, guardemos datos dentro del ADN!”
Sin embargo, una cosa es pensar en ello y otra muy diferente conseguir semejante hazaña. Un grupo de científicos de la Universidad China de Hong Kong se ha convertido en noticia por haber conseguido el éxito allí donde numerosos equipos de colegas habían fracasado antes: fueron capaces de almacenar nada más ni nada menos que 90 GigaBytes (1,000,000,000 bytes, según el IEEE) de datos en el ADN de un gramo de bacterias. El paquete de datos fue dividido en grupos de un tamaño manejable, codificado e introducido en forma de modificaciones del ADN de estos organismos. No hay que olvidar que en un gramo de bacterias se cuentan aproximadamente 10 millones de individuos, y un texto del tamaño de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos puede ser codificado mediante este sistema para que quepa en solo 18 de ellos. Como decíamos antes, no es la primera vez que se intenta algo como esto. Desde principios de este milenio se han realizado varios intentos similares, pero nunca se logró nada siquiera remotamente parecido a lo conseguido por el equipo chino.
Los investigadores desarrollaron lo que llaman “un sistema de almacenamiento bacterial en paralelo” que junto a un algoritmo de compresión de datos y un sistema de lecto/escritura les permitió alcanzar el objetivo buscado. Las proyecciones indican que, utilizando este sistema, un “paquete” compuesto por 10 gramos de bacterias podría almacenar 2TB, lo mismo que cabe en un moderno (y muchísimo más grande) disco duro. Los autores del trabajo, como es de imaginar, está eufóricos. A pesar de ser los primeros en reconocer que el lanzamiento al mercado de un “disco duro bacteriano” es algo que no ocurrirá mañana, saben que su trabajo podría ser utilizada -por ejemplo- para “firmar” digitalmente el ADN de organismos genéticamente modificados dentro de muy poco tiempo. "Creemos que esto podría ser un estándar industrial para la manipulación a gran escala del almacenamiento de datos en las células vivas", puede leerse en la página web de los responsables del proyecto. Y todo parece indicar que están en lo cierto.