La pandemia de COVID-19 ha dado lugar (lamentablemente) a una amplia serie de conspiraciones y teorías ridículas que van desde Bill Gates y sus chips malignos del espacio exterior hasta el «nuevo orden mundial» que busca controlar mentes con las antenas 5G (o algo así). Pero una vieja frase sugiere que «un tonto y su dinero pronto se separan», y una compañía llamada BioShield Distribution busca aprovechar la situación ofreciendo un dispositivo llamado «5GBioShield», que bloquea los efectos nocivos del 5G con la ayuda de un «catalizador holográfico de nanocapas» y «oscilación cuántica». Ni la ciencia ficción podría inventar algo así.
Cuarentenas que vienen y van, el miedo a una «segunda ola», caos político y económico en el medio… aunque siempre hemos tenido interés en explorar diferentes escenarios apocalípticos, sólo se necesitaron cinco meses y un virus sin vacuna para dejar en jaque al mundo. COVID-19 llegó para quedarse un buen rato, cada vez son más los que hablan de un «2020 perdido»… y aparecen los delirios de turno. Que el virus fue creado en veinte laboratorios diferentes que es un plan de Bill Gates, que lo esparcen con las torres 5G, y mucho más.
En el caso específico de la tecnología 5G, la última novedad es un dispositivo especialmente diseñado para bloquear los efectos negativos de sus señales, llamado «5GBioShield». Con un precio de 339 libras (poco más de 375 euros), el «5GBioShield» puede (y juro que no lo estoy inventando):
«Proveer protección para su hogar y su familia, gracias al ‘catalizador vestible holográfico de nanocapas‘, que puede ser trasladado o colocado cerca de un smartphone, o cualquier dispositivo eléctrico emisor de radiación o frecuencias electromagnéticas.»
Otra descripción asegura que la «tecnología de catalización cuántica holográfica» sirve para «el balance y la armonización de los efectos nocivos asociados a la radiación eléctrica desbalanceada. El diámetro de operación de la nanocapa es de 8 o 40 metros».
La peor parte es que ya aparecieron ciertas personas recomendando al dispositivo. Uno de los miembros del «Comité de Prevención 5G» de Glastonbury admitió usar al dispositivo, al que encuentra «muy útil». De más está decirlo, varios expertos en electrónica decidieron adquirir un «5GBioShield» para realizar un análisis más profundo, y lo único que encontraron fue… un pendrive de 128 megabytes (sí, megabytes) con un cristal de adorno.
Las oficinas de protección al consumidor de Londres (Trading Standards, antiguamente Weights and Measures) ya entraron en acción junto al escuadrón antifraude de la policía local. ¿Será suficiente? En lo personal, no lo creo. El antes mencionado miembro insiste en que «se siente más calmado» en su casa, «duerme mejor» y «tiene más sueños». Esto me recuerda mucho a la hipersensibilidad electromagnética y el lado más intenso del efecto placebo. A pesar de la falta de evidencia, siguen diciendo que es una enfermedad…
Fuente: BBC