La introducción de la tecnología de tres dimensiones no sólo le ha dado un empuje importante a la industria del cine, sino que también está abriéndose camino hacia dispositivos con los cuales tenemos contacto de forma más frecuente, léase pantallas de LCD y monitores de ordenador. Sin embargo, un mercado que sin lugar a dudas es tentador para los fabricantes es el de los móviles, y se estima que con un aumento mínimo en el precio por unidad, se podrá incorporar 3D sin anteojos a la gran mayoría de los futuros smartphones.
Los teléfonos móviles han avanzado de forma significativa en estos últimos tiempos, pero las cada vez más frecuentes similitudes existentes entre los modelos disponibles nos hacen pensar que el smartphone como dispositivo puede haber caído en un pozo evolutivo del cual podría tomarle cierto tiempo salir. Así como el iPhone resultó ser un "móvil bisagra" para la industria, tal vez sea posible lograr un efecto similar una vez que las tres dimensiones, o mejor dicho, la misma tecnología que ha logrado revitalizar a las salas de cine, llegue a estas unidades. Claro que, la idea de utilizar anteojos especiales para "ver" un efecto 3D en un móvil sería algo muy poco apreciado entre los usuarios. De hecho, el 3D "actual" sigue siendo muy resistido por esa misma razón, y los fabricantes están acelerando sus procesos de desarrollo para obtener un efecto 3D sin anteojos.
Todo parece indicar que el primer dispositivo que hará uso a nivel masivo del 3D sin anteojos será el esperado sistema portátil Nintendo 3DS, con fecha de salida aún sin confirmar (se habla de "antes de abril de 2011", pero aún no hay un día establecido). Por lo tanto, si Nintendo puede instalar pantallas 3D en una consola tan pequeña, no habría demasiadas restricciones para implementar la misma tecnología sobre un smartphone. De hecho, sólo se habla de un incremento en el costo de fabricación estimado en quince dólares. El poder de procesamiento en los smartphones modernos ya sería suficiente como para poder recibir a esta tecnología, por lo que todo se reduciría a una cuestión de tiempo y nuevos diseños, probablemente apuntando al siguiente año.
De todas formas, la gran pregunta que queda flotando en el aire es si un teléfono móvil realmente necesita de esta capacidad. Estamos de acuerdo en que tanto juegos como películas podrían aprovechar de forma significativa al 3D, pero cuando hablamos de aplicaciones y la típica interfaz gráfica en cualquier smartphone, la historia es diferente. Tampoco hay que olvidar que las interfaces actuales son en dos dimensiones, y trabajan sobre puntos específicos (el touchscreen y el stylus, por ejemplo). En un principio, no parece algo demasiado útil que un usuario "vea" las cosas en 3D pero deba interactuar con la interfaz en 2D. Por lo tanto, llevar las pantallas 3D a los móviles apenas será el primer paso. Deberán pensar en formas originales y eficientes de aprovechar el 3D para el uso general de un smartphone, o de lo contrario no será más que una simple función.