A mediados de junio hablamos sobre el dron HEXO+, que tuvo un paso extraordinario por el sitio Kickstarter. A medida que los precios se reducen y las cámaras son más compactas, adquirir un dron camarógrafo que siga nuestros movimientos es cada vez más razonable. Hoy es el turno del 3D Robotics IRIS+, un cuadricóptero con estabilizador para cámaras GoPro.
Los drones definitivamente representan un dilema en estos días. Por un lado, los hemos visto multiplicar su éxito como sistemas de entretenimiento, y plataformas de rápido acceso visual en casos de emergencia o rescate. Y por el otro, su potencial para violar la privacidad de las personas es bastante grande, sin mencionar que ya nos hemos cruzado con diferentes técnicas que buscan afectar su funcionamiento. A esto se suma la incertidumbre de las leyes actuales, completamente inadecuadas para regular su proliferación. Creo que un paso fundamental en la reducción de conflictos futuros, es definir a la perfección el rol de cada dron.
Convertir a un dron en camarógrafo es una de las primeras cosas que los entusiastas trataron de hacer, y gracias a la aparición de cámaras livianas como la GoPro, hoy podemos obtener tomas increíbles, provenientes de toda clase de deportes y actividades extremas. El nuevo IRIS+ desarrollado por la gente de 3D Robotics se presenta a sí mismo como el primer dron del mercado con capacidad automática de seguimiento, gracias a la función “Follow Me” perteneciente a su sistema de tercera persona. Si la idea es predefinir una ruta específica para el dron, solamente se necesita un dispositivo Android compatible, capaz de ejecutar la aplicación DroidPlanner. De lo contrario, existe la alternativa de programar al dron usando ordenadores Windows, Linux y OS X.
Dependiendo de su configuración, el tiempo que el IRIS+ puede permanecer en el aire oscila entre los 15 y los 20 minutos. Tal vez no sea mucho si la idea es realizar una sesión de vuelo completa al aire libre, pero esa duración de batería debería ser suficiente para obtener tomas de muy alta calidad. El precio básico del dron IRIS+ es de 750 dólares, mientras que el estabilizador compatible con cámaras GoPro se ofrece a 219 dólares. En resumen, los interesados están ante un dron que puede exceder los mil dólares de inversión, un número difícil de digerir en ciertos casos, pero perfectamente lógico para quienes deseen capturar maniobras espectaculares en vídeo HD.