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Tlaloque I: El robot arqueólogo de Teotihuacán

En la zona arqueológica de Teotihuacán, un robot ayuda a los investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a explorar un túnel debajo del Templo de la Serpiente Emplumada. El robot llamado Tlaloque 1, que significa “ayudante del Dios Tlaloc”, permitirá a los arqueólogos obtener imágenes de lugares hasta ahora inaccesibles para el hombre. Posee tracción independiente en cada una de las ruedas (un motor por cada rueda) y un sistema de baterías que se encargan de alimentar cámaras y todo el sistema de control. No te pierdas los reveladores videos que muestran el interior de este lugar sagrado.

Es la primera vez en la historia de la arqueología mexicana (y la segunda en el mundo) en la que se utiliza un robot para este tipo de exploraciones. Una de las hipótesis que mueve a los científicos a trabajar en esta investigación es que dentro de este túnel se pueden encontrar los restos de los gobernantes y sacerdotes de Teotihuacán (“Lugar donde fueron hechos los dioses; ciudad de los dioses”). Con 20 centímetros de alto, 30 de ancho y 50 de largo este robot puede garantizar la seguridad de la excavación hasta donde se supone que están sepultados los cuerpos. “Esto es sólo un acercamiento preliminar y basándonos en los datos que esta exploración nos devuelva hallaremos las condiciones para intentar ingresar al lugar de manera física. Además, nos dará las pautas para tener una mayor certeza de lo que se podrá hacer allí adentro y todos los procesos que tendremos que seguir”, dijo Ulises Lina Hernández, arqueólogo encargado de excavaciones.

Este miércoles se realizó la primera exploración de Tlaloque 1, que solo pudo avanzar 30 metros en un túnel que, de acuerdo con los especialistas, tiene una extensión de 100 metros o más. Las imágenes que mostró el vehículo revelan un camino lleno de arena y polvo en el que ya se pudieron discriminar los primeros vestigios que se intentan hallar.  La entrada principal al pasaje sobre el que se está trabajando fue hallada en el año 2003 por el arqueólogo Sergio Gómez. En aquél momento sólo era posible ver un pequeño orificio que indicaba que el túnel había sido sellado de manera intencional hacía casi dos mil años. “Nosotros planeamos llevar a cabo abrir una pequeña abertura para poder introducir en forma inicial un scanner láser que nos transmitiera las primeras imágenes. Luego, vendría el ingreso de este pequeño robot equipado con dos diminutas cámaras para obtener imágenes de las condiciones en las que se encuentra el túnel y evaluar de manera anticipada los trabajos a realizar, sin descuidar el impacto que ello provocaría en el lugar”, expresó Sergio Gómez, director del Proyecto Tlalocan.

Para la arqueología mexicana, el uso de esta tecnología representa un hito mayúsculo. Las imágenes captadas por Tlaloque 1 muestran que el estado del pasaje subterráneo es estable. El túnel mide más de 100 metros, fue creado hace 2.000 años, rellenado hace 1.800 y descubierto hace apenas siete. Por supuesto, una vez hecho el reconocimiento del lugar, los arqueólogos esperan entrar por su cuenta quizás en un par de semanas. Según el parte de prensa,  el robot fue diseñado y construido especialmente para esta exploración por el ingeniero Hugo Armando Guerra Calva, egresado de la carrera de Ingeniería en Robótica Industrial, del Instituto Politécnico Nacional. Hace 15 días se empezaron a hacer las primeras pruebas en las que funcionó bien, pero se observó que era necesario reducir la altura del mismo, pues de otra manera era imposible que hiciera el recorrido, además debía tener mayor iluminación. “Las imágenes captadas fueron muy importantes para conocer las condiciones en las que se encuentra el interior del túnel luego de que ha permanecido cerrado por cerca de mil 800 años”. El arqueólogo del INAH comentó que las primeras imágenes constatan que el túnel fue rellenado de manera intencional.

Todo el conducto (de más de 100 metros de longitud) está excavado en la roca de manera perfecta, en algunas partes se ven las marcas de las herramientas con las que los teotihuacanos lo hicieron, el techo del túnel es abovedado y al menos la parte que recorrió el robot se observa estable, lo que nos da muchas posibilidades de que en las próximas semanas podamos entrar físicamente para explorarlo”. Tlaloque 1 fue diseñado íntegramente con tecnología mexicana con un costo relativamente bajo: entre 15 Mil y 20 Mil pesos mexicanos (900 a 1200 euros). Tiene cuatro ruedas con tracción independiente, un sistema de de iluminación de 140 Watts y dos cámaras de video capaces de girar 360 grados que son controladas en forma remota para trasmitir imágenes al exterior del túnel. Un orgullo mexicano al servicio de la arqueología.

Escrito por Mario

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