El viernes pasado la NASA publicó un artículo utilizando un título que hizo ruido de inmediato: 2014 fue el año más caluroso desde que se tiene registro. Según los datos de la agencia espacial y la NOAA, 2014 supera a los récords establecidos en 2010, 2005 y 1998. Sin embargo, otras fuentes indican que los científicos responsables admitieron un nivel de precisión de apenas un 38 por ciento. Entonces, ¿tenemos el 38 por ciento del récord, o un 62 de invento?
En el mundo de la ciencia, las opiniones personales son irrelevantes ante los hechos, y el calentamiento global definitivamente es un hecho, con la diferencia de que se ha instalado la necesidad de probarlo una y otra vez. Como alguien que ha vivido días de 29 grados en pleno invierno (cuando debería haber uno o dos grados bajo cero) estoy convencido de que algo ha cambiado, pero en nombre del escepticismo científico debemos seguir midiendo temperaturas, evaluando métodos de análisis, y comparando datos para detectar errores. El 16 de enero la NASA publicó una entrada en la cual reporta que 2014 fue el año más caluroso jamás registrado. De hecho, la NASA colocó a 2014 como el año más caluroso desde 1888, y a estos datos se suman los estudios publicados por la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration), y por la Agencia Meteorológica Japonesa.
La NASA mide sus temperaturas tomando como referencia principal la temperatura promedio entre los años 1951 y 1980. Bajo esos parámetros, 2014 no hace más que continuar la tendencia de años enteros que no han bajado de ese promedio, siendo el último 1976. En otras palabras, 2014 ha derrotado a otros años previos que establecieron récords: 2010, 2005 y 1998, tres años en los que El Niño estuvo haciendo de las suyas. El combo de El Niño y La Niña pueden alterar en gran medida los registros, pero 2014 mantuvo una posición central entre ambos efectos, y aún así fue lo suficientemente caluroso para establecer una nueva marca. Ahora, la pregunta es: ¿En verdad es un récord?
Dos días después del anuncio de la NASA surgió nueva información indicando que Gavin Schmidt, director del Instituto Goddard admitió la existencia de un margen de error en las mediciones. Aparentemente, 2014 le quitó el récord a 2010 por apenas dos centésimas de grado, cuando el margen oficial es de 0.1 grados. Un estudio más profundo de las estadísticas, y el reconocimiento del propio Schmidt, llevarían a la conclusión de que la NASA está segura del récord solamente en un 38 por ciento. Si esto llega a ser cierto, estamos ante un escándalo. Pero existe un pequeño detalle: La fuente de la información es el Daily Mail. Aquellos que recorremos la Web día a día sabemos que el Daily Mail es una fuente robusta para conocer al próximo novio de Taylor Swift, el último vestido de Kim Kardashian o el nuevo papel de Benedict Cumberbatch, pero no para datos científicos. De todas maneras, me gustaría ver una explicación (mucho) más elaborada por parte de la NASA.